Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Como Reynosa está salpicada de cadáveres, el colectivo “Amor por los Desaparecidos” realizó este fin de semana su última búsqueda del año, en un páramo repleto de arbustos, zacates y cadillos.
Armados con palas, gorras, guantes, botas y una voluntad de hierro, recorren las extensas zonas baldías que se ubican al sur, poniente y oriente de la ciudad en busca de cualquier vestigio que ayude a identificar a sus familiares secuestrados.
Hasta ahora han hallado más de veinte sitios diferentes con fosas clandestinas, campos de exterminio o “cocinas”, tanto en el municipio de Reynosa como en el de Río Bravo
Como ocurre cada fin de semana, la Presidenta del colectivo, Edith González, encabezó este último recorrido, mismo que fue transmitido en vivo.
Con la esperanza de localizar algún fragmento óseo, un pedazo de tela o alguna identificación, el grupo continúa con su intensa labor.
En el recorrido de este día, conforme iban avanzando entre los matorrales encontraron huesos de fauna, distintivos por la forma de las vértebras.
Recientemente los integrantes del colectivo realizaron una marcha por las calles de Reynosa hasta la plaza Miguel Hidalgo, donde “encendieron” un pino con las fotos de sus hijos, padres y esposos desaparecidos.