Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Tiempos de Guerra

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Por Chano Rangel


Guerra entre poderes.

Vaya manera de pelear el morenismo en Tamaulipas, los hechos se cuentan a raudales, algunos sin ton, ni son, así de simple y por si fuera poco, temas como la derogación de leyes aprobadas por el congreso local están fuera de competencia del senado de la república, por tratarse de dos entes de poder distintos y apelando la soberanía del estado.

 

El congreso de Tamaulipas tiene las facultades de cambiar las leyes particulares, de promover y aprobar todos los acuerdos que se consideren necesarios para garantizar la vida política y social de la entidad, y dentro de sus atribuciones como poder legislativo local, está precisamente lo que el morenismo busca evitar, que se legisle a favor o en contra de un grupo en particular, si se ve desde ese punto de vista.

 

La guerra del poder en Tamaulipas, también pasa por varios alcaldes Carmen Lilia de Nuevo Laredo, Carlos Peña de Reynosa, y un poco menos Lalo Gattas de Victoria, el gobernador Cabeza de Vaca, ajusta tuercas y tornillos, y la ley lo faculta, hasta el 30 de septiembre, después de ahí la historia la escribirán otros factores y actores entrantes.

 

Sin embargo, los diputados morenos, les urge ponerse de acuerdo, entrar de lleno a la negociación, de ser parte productiva del congreso local, cuenta se deben de dar que la pelea y la rijosidad, aunque sea lo de ellos, no aportara nada al próximo gobernador tamaulipeco.

 

La pelea centrada en el congreso la lleva ganada el PAN, primero porque comenzó con trece diputados, ahora tiene 18, mayoría si se considera que ningún grupo parlamentario alcanza ese número, y de seguir las alianzas, el PRI será el fiel de la balanza esos dos votos tricolores, pueden convertir una mayoría simple, que dará serios dolores de cabeza al próximo gobierno estatal.

 

A decir por los expertos legales, las atribuciones del congreso no pueden ser acotadas por el senado de la república, y falso es que la cámara alta pueda frenar una ley particular del estado, en todo caso la oposición puede recurrir a la Suprema Corte para levantar una controversia constitucional, sin embargo esto llevará rato su resolución.

 

Las denuncias hechas ante el TRIETAM (tribunal estatal electoral) a mi juicio y entender, están fuera de contexto, no es el camino, este es un asunto de leyes y reglamento, no de elecciones y votos. Además de esta actitudes, es claro también que los diputados panistas no abonan nada al buen entendimiento, la razón y ser solo obedece  ordenes les deja un amargo sabor de boca en cada una de sus declaraciones.

 

El panismo quedará acéfalo una vez que Cabeza de Vaca, se vaya del poder, el Cachorro Luis René Cantú, no es el líder que la oposición necesita, su días están contados, su bajo perfil y su nulo trabajo difícilmente los sostendrán un periodo más al frente de la segunda fuerza política de la entidad, y desde donde se tendrán que trabajar los movimientos congresales y para eso se necesita una figura de peso y de pesos.

 

Los gallos para dirigir al panismo y la oposición, podrían estar en manos del Truko Verástegui, que gano el suficiente terreno para ser un opositor serio y responsable, Chucho Nader que sus números electorales le dan para ser actor y factor dentro del panismo estatal.

 

Una vez que se dé el cambio de poder (salvo alguna decisión del tribunal electoral) el panismo y la oposición en su conjunto tendrán que replantearse el camino a seguir, se tendrán que visualizar los pros y contras, los conveniencias de ser congreso opositor y de sentarse a la mesa con el próximo gobernador, al final todo tiene un precio, y eso si lo sabe el cardiólogo Américo Villarreal.

 

La guerra seguirá, el gobernador puede actuar hasta el 30 se septiembre, y los nuevos no pueden hacer nada hasta el primero de octubre, así las cosas de interesantes se ponen, lo ahorita es solo berrinches y síntomas de inferioridad, lo bueno se verá a partir del primero de octubre donde se tendrá que negociar, cabildear y llegar acuerdos entre el congreso local y el ejecutivo, y serán los diputados morenistas los que deberán de sentarse y ver sus opciones, el estado requiere profesionales, el ejecutivo los ocupará, porque la guerra seguramente no dejará nada bueno para nadie y mucho menos para los tamaulipecos. Es cuánto.

Al tiempo.

 

De Aquello y lo demás…

 

Estos últimos varios factores ha dado el apoyo al edil de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, cuente usted a los maestros, a líderes políticos como Oscar Luebbert, el cabildo y sus 18 miembros, dieron también su respaldo al edil, además de la bancada de Morena, en el congreso, que mediante un desplegado pidió acabar con la persecución política.

 

Como lo expresan los líderes sociales, los derechos políticos de un edil, no pueden cortarse de un solo plumazo, la posición es irrenunciable, y para ello se tendrá que revisar concienzudamente, el código municipal vigente en Tamaulipas. Sin revanchismo y sin menosprecio a ninguna fuerza política.

 

Por lo pronto, como lo expresan los expertos legales, Carlos Peña, es el alcalde de Reynosa, es el elegido por la voluntad mayoritaria de los reynosenses, y es ahí donde está la mayor de las fortalezas del actual edil de la ciudad.

 

P.D: el fuego amigo también cuenta.

 

chanorangel@live.com.mx