Por Chano Rangel
La consulta popular.
La consulta para la revocación de mandato, es un documento inédito, pero también controversial, si fuera la representación de un acto democrático auténtico y con repercusiones inmediatas, sería admirable y ejemplar; pero no es así.
En primera cuenta, pase lo que pase, el presidente, no se ira de su puesto como ejecutivo de la nación, si pierde culpara al pasado y se arropara en la constitución, que a su letra dice, que el puesto es por seis años y con carácter de irrenunciable, a su vez en sus apartados, también la máxima ley, dice que no podrá ser reelecto una vez terminado su periodo de gobierno.
Entonces pues, con medidas populistas y con amplio sentido electorero, ahora aparecen espectaculares, invitando a la población a que den su voto, para el que el presidente se quede en su cargo, al cual no puede renunciar, por mandato constitucional.
Después de la votación el próximo mes de abril, solo será un parteaguas más de un acto de la violación a la veda electoral, cuando muy clara y precisa es al negar, el hecho de hacer propaganda en tiempos electorales, cuando menos en nuestro estado que está en un proceso por renovar la gubernatura.
Las trampas y violaciones a la ley electoral vigente están a la orden del día, y su apego a la realidad electoral, no va en ningún sentido, siguiendo los mismos pasos de quebrantar la ley, también el candidato morenista, ni retiro, ni en tiempo, ni en forma su propaganda en espectacular, como marca la ley, una vez terminada la contienda interna, que de hecho no debería de haber existido por ser candidato único; pero violar la ley y sus organismos, parece ser una forma de gobernar de estas 4T y sus seguidores.
La molestia de las guindas y sus defensores, crece cuando se critica y se opina, y si esa crítica y opinión no es lo que ellos piensan, entonces el peso del estado y desprestigio mediático se te viene encima. En esta llamada transformación, o se es bueno, o es malo, y no hay de donde escoger, o estás a favor del presidente, o te conviertes en su enemigo, nomás por pensar diferente.
La consulta popular, sería un buen instrumento de evaluación no para quitar o poner a un presidente, si no para saber qué opina la gente del manejo del país, qué opina la población con respecto a la alza de las gasolinas, al aumento de la canasta básica, al incremento de la inseguridad, y al nulo crecimiento económico.
La consulta popular, sería un ejemplo democrático, para que el mandatario explique, la riqueza de sus hijos, las fortunas de Bartlett, de Monreal, Marcelo Ebrard, de Claudia Sheinbaum, de Félix Salgado, de Olga Sánchez Cordero, de los hermanos Pío y Martín, de los primos, tíos y amigos, para que de una vez se aclare las dudas y este país, esté tranquilo sabiendo que la corrupción es parte del pasado.
De seguir en este mismo camino, la consulta popular para revocación de mandato, no es otra cosa que un instrumento electorero y populista, en un país, donde la ley, otorga al presidente facultades únicas e irrenunciables, entonces su el presidente quería seguir siendo oposición donde le aplaudieran, reconocieran y dieran toda la critica a su favor, seguir criticando a los gobiernos que tanto odia, pero sigue sus peores ejemplos, entonces allá se hubiera quedado, pero ahora es presidente, y ya perdió la mitad de sus seis años en conferencias mañaneras y con mensajes de odio y divisionistas.
Ahora pase lo que pase con la consulta el presidente seguirá, lo único que si será menos, es todo el presupuesto inútil gastado en este acto, incongruente. Esperemos ver en los próximos días a un verdadero jefe de estado, y no seguir culpando al pasado de todas las desgracias.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Más terso que la seda, salió el edil de Victoria Lalo Gattas, de la visita a Palacio de Gobierno, después de sus bravuconadas, sonriente y con un loza menos encima, y aseguró que Gerardo Peña lo trato de maravilla, que fue un plática cordial y amena.
El color le volvió a la piel al edil de la capital tamaulipeca, después del asunto de la camioneta de lujo blindada, de la compra comprobada de una casa de súper lujo en Miramar, con valor de 11 millones de pesos, recursos imposibles de comprobar.
Pero como dice el dicho, más vale un mal arreglo que un buen pleito, versiones hay dos, una que es verdad que si hizo todo esos movimientos, y con la cola entre las patas fue a pedir disculpas y a entregar su capital político al secretario general de gobierno. La número dos, que ya se dio cuenta con los recientes números, que es muy lejana la posibilidad de que Morena gane en Tamaulipas, y sus posibilidades del manto protector se diluyen, y mejor empezar a limar asperezas, no vaya ser el condenado demonio de la política.
Por lo pronto Lalo Gattas, ya duerme tranquilo, lo que dio a cambio, no se sabe, pero la sonrisa le volvió al rostro.
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