Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Se ha convertido en una estampa cotidiana la presencia de migrantes haitianos en el primer cuadro de la ciudad.
Estancados en esta fronteriza ciudad, dependen casi al cien por ciento de la tecnología que les brinda un aparato celular inteligente para estar en contacto con sus familiares, ya sea por vía telefónica, por teleconferencia, por WhatsApp o por correo electrónico.
Las tiendas de conveniencia son lugar concurrido para adquirir tarjetas SIM y tiempo-aire.
Gracias a ese contacto permanente, pueden tener acceso a los recursos económicos que les envían sus contactos en Estados Unidos.
Se les ve pegados al celular la mayor parte del tiempo, precisamente para mantener ese contacto en línea.
La población haitiana, luego del desalojo de la Plaza de la República, se ha visto orillada a rentar viviendas en cerca de la Zona Centro, en la colonia Aquiles Serdán y la Emiliano Zapata.
Algunos viven hacinados en cuartuchos de 4 por cuatro metros, sin muebles, tendidos en el piso con solo un abanico para mitigar los calores de más de 40 grados centígrados.
Por donde quiera se oye el llanto de los niños, que no soportan el bochorno.
Un caso curioso que rompe con la excepción de la regla es el de la residencia que fuera de don Epigmenio Leal Puentes, en la calle Pino Suárez con Morelos.
Abandonada por mucho tiempo, ahora es ocupada por varias familias de haitianos, que tienen acceso a ella por la puerta principal.
Se ignora si la familia Leal Puentes accedió a rentarles el espacio o si se trata de una invasión ilegal.