Anécdotas de Primaria
Por Luciano Campos
Coincidí en sexto grado con Fito. Algunos compañeros lo recibieron con camaradería, porque vivía cerca de la escuela y se encontraban en la calle con él. Como mi casa estaba un poco más retirada, nunca lo había visto. Me cayó bien de inmediato, y nos hicimos amigos.
Lo que llamaba más la atención de él era que contaba con 14 años, es decir, dos más que el resto de todos los alumnos. Nunca supe de qué escuela venía, pero era evidente que había repetido por lo menos un grado. Lucía más viejo también, porque llevaba el cabello largo, hasta los hombros y los profesores no le llamaban la atención.
Cuando caminaba, levantaba la cabeza y sacaba los hombros, altivo. Por sus modos, la forma de comportarse y los tratos que nos dispensaba, era como un señor que no enca...