Dos mujeres, un albergue
Por Jesús Rivera
Dejar su familia, su vivienda, sus amigos y su país no fue nada fácil para Melquiades y Ruth, una salvadoreña y otra hondureña, con un problema en común: Las pandillas.
Melquiades Hernández Telcit, de San Miguel, El Salvador, tiene seis meses en Reynosa. Dejó a cuatro de sus seis hijos, huyendo de la Mara, una de las pandillas más sanguinarias de Centroamérica.
Como madre soltera, tuvo que tomar la decisión de migrar hacia el norte para buscar mejores condiciones de vida para su familia.
En el nuevo albergue para migrantes que se construye en la colonia Aquiles Serdán, trabaja por horas, incansable, cargando en la cabeza pesados botes repletos de concreto que después entrega a los albañiles.
Cada bote pesa alrededor de diez kilos, pero para aquella mujer cur...