Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) dedicadas a actividades no esenciales sufren las de Caín. Miles han cerrado sus puertas y despedido a empleados al no haber un programa gubernamental que permita su subsistencia.
Federico Alanís Peña, Presidente de CANACINTRA Reynosa, destacó que “la realidad es que la MIPYME y toda la industria que es esencial no tienen problemas, pero lo que no es esencial traemos problemas muy fuertes. Se pidió dinero prestado para pagar el aguinaldo y se buscó mucha negociación con los trabajadores”.
Agregó que no hay liquidez y vienen arrastrando fuertes adeudos con el IMSS, el INFONAVIT y Hacienda.
Ramas como la metalmecánica, las vidrieras, herrerías, tornos, ebanisterías y todo lo que lleva valor agregado, está considerado como no esencial.
En Reynosa, cerca del 70% de las micro, pequeñas y medianas empresas tienen problemas de liquidez.
De ellas dependen casi 30 mil trabajadores.
Por lo anterior, apuntó Alanís que durante el último año cerraron sus puertas casi 1,500 MIPyMES y hay otro número similar que presentan problemas.
El líder empresarial mencionó que es urgente que los gobiernos estatal y federal implementen un programa de rescate de este importante sector, que representa una parte importante de la economía formal del país.
Calificó el presente año como el peor de los últimos 40 años para las empresas pequeñas y medianas.