Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Cuando no son secuestrados, los migrantes en proceso de obtener su visa humanitaria en Estados Unidos son víctimas del burocratismo de autoridades o intransigencia de las empresas.
Al abrir los programas CBP One y Parole, el gobierno del vecino país ha empezado a liberar las citas para personas procedentes de países sudamericanos y centroamericanos, pero suelen ser en Tijuana o Ciudad Juárez.
Ya sea por conveniencia o por urgencia, una familia de venezolanos tuvieron necesidad de viajar, al tener su cita en Ciudad Juárez.
Se trasladaron por vía terrestre hasta esa ciudad, pero en el trayecto fueron privados de su libertad por parte de integrantes del crimen organizado.
Les pidieron a sus familiares en Estados Unidos una fuerte cantidad de dinero para liberarlos, pero hasta la fecha no se sabe nada de ellos.
Un segundo caso es el de otro venezolano que sacó cita para Tijuana. Al estar de manera irregular en México, la compañía aérea de Monterrey en la que iba a viajar no le quiso vender el boleto y no pudo llegar a tiempo.
A pesar de que solicitó el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y de Migración, la compañía no accedió a prestarle el servicio.
Debido a que son políticas diferentes en el gobierno y en las empresas, tanto el migrante como la CNDH y el Instituto Nacional de Migración se toparon con piedra.
Migración está viendo la posibilidad de que los migrantes en esta situación puedan obtener un permiso de 20 días para que puedan viajar, siempre y cuando comprueben que tienen la cita del CBP para arreglar su situación en el lugar donde se les asigne.
Otro venezolano que aplicó por el Programa Parole, fue pedido por uno de sus hermanos en Estados Unidos, se le autorizó y viajó de Reynosa a la Ciudad de México, donde la aerolínea no le permitió viajar a los Estados Unidos porque está de manera irregualr.
Perdió su vuelo y se quedó varado, sin dinero, en la capital del País.
Son algunos de los problemas que no estaban previstos con estos nuevos programas migratorios de los Estados Unidos.
Fortino López Balcázar, Presidente de la organización no gubernamental Derechos Humanos Internacional, expresó que se está haciendo la gestión para que las autoridades migratorias, la CNDH y las empresas aeroportuarias tomen en cuenta esta situación a efecto de que no les pongan tantas trabas una vez que tengan su cita para presentarse en cualquiera de los puertos de la frontera norte del país.
“Que no pierdan sus vuelos ni su dinero, que no se queden varados en México, siendo que el nuevo programa es precisamente para que las personas puedan ingresar a los Estados Unidos de manera regular. La obligación de México y de las empresas es cómo lograr que este programa funcione, que no les pongan obstáculos, al contrario, que vean la forma de cómo ayudarles”,-apuntó.
Dijo que si se busca solucionar el problema migratorio en México, donde miles de extranjeros permanecen en la frontera en espera del asilo humanitario “esta es la forma de hacerlo, lograr desahogar tanta migración que existe en México de manera irregular. Esta es la forma, que les permitan viajar a cualquier parte del país, siempre y cuando presenten esa cita que les dio Migración norteamericana y que hayan aplicado en el Programa CBP One o Parole”.
Actualmente, algunas de las principales ciudades de la frontera de México con Estados Unidos, como Reynosa, están invadidas de migrantes centroamericanos, venezolanos, haitianos, rusos y ucranianos, que esperan la oportunidad de alcanzar el sueño americano.
Muchos no lo lograrán por los peligros que representa el crimen organizado, el burocratismo de las autoridades y la intransigencia de las empresas.