EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. Mientras que el Gobierno Municipal que preside Carlos Peña Ortiz mostró su preocupación por brindar ayuda humanitaria a los miles de migrantes que se encuentran varados en esta comunidad fronteriza, el Gobierno de Tamaulipas, por medio del Secretario General de Gobierno, Gerardo Peña Flores, lanzó una advertencia, que suena a amenaza: No pisen suelo tamaulipeco porque serán enviados al Instituto Nacional de Migración para su deportación.
Luego de la reubicación de más de tres mil migrantes que estaban hacinados en la plaza de la República, el Alcalde Carlos Peña recibió el apoyo y el aplauso de toda la comunidad.
El Municipio habilitó un segundo albergue al norte de la colonia Aquiles Serdán para mantenerlos en condiciones más humanas en tanto gestionan su solicitud de asilo político en Estados Unidos.
Al ser cuestionado sobre si el Gobierno del Estado apoyó para esta maniobra, el munícipe dijo: No ayudó, pero al menos no estorbó.
Se refirió a las recurrentes solicitudes de apoyo que su Administración pidió durante los últimos meses al Gobierno de Cabeza de Vaca para solucionar el agudo problema de los migrantes.
En tres diferentes ocasiones, cuando hizo rueda de prensa, acompañó su exposición con la frase: “Primera llamada”, “Segunda llamada”, “Tercera llamada”, como en una obra teatral.
Pero el llamado nunca fue atendido. Por el Contrario, desde la Secretaría de Gobierno se ponían trabas mediante el Instituto Tamaulipeco de Migrantes, o mediante organismos no gubernamentales de filiación panista, como el que encabeza Claudia Romero Fernández, llamada pomposamente “Ayuda Humanitaria, A.C.”.
A partir de ahora, las instrucciones para los cuerpos de seguridad pública del Estado son las siguientes: Donde vean a un migrante, deténganlo y remítanlo al Instituto Nacional de Migración.
Les van a faltar espacio y personal para detener a los más de 9 mil extranjeros que aguardan por su visa humanitaria.