Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Estados y regiones del país se pelean la posible inversión que haría el multimillonario Elon Musk al instalar una de sus fábricas de vehículos eléctricos de la marca Tesla Motors.
Luego del diálogo que tuvo el empresario con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se concretó la proyectada inversión, no obstante, aún no se sabe en qué parte del territorio nacional se instalarán las modernas instalaciones.
Monterrey, Tamaulipas, San Luis, Puebla, Hidalgo y Guadalajara, son algunas de las regiones que manifestaron tener lo necesario para captar la ensambladora.
Cerca de 20 mil millones de dólares en inversión es una suma demasiado alta para dejarla ir.
El Presidente López Obrador se pronunció por que no se instale en la Zona Metroplitana de Monterrey porque no hay agua suficiente.
Otras zonas, como Reynosa y Matamoros, argumentan la cercanía con la frontera de Estados Unidos y con las instalaciones de otra de las empresas de musk dedicadas a la industria aeroespacial llamada SpaceX, en Browsnville.
Especialistas indican que los retos que deberá enfrentar dicha empresa, si es que llega a instalarse en México, es encontrar un sitio con suficiente reserva de agua, pero también de otros materiales, como el litio, imprescindible para la construcción de baterías de alto rendimiento que requieren los vehículos eléctricos.
Por otra parte, una inversión de esa naturaleza generaría miles de nuevos empleos tan solo para la construcción de la planta, más otros miles indirectos por pequeñas y medianas empresas que buscarán ser proveedores.
Y de manera posterior, la venta de automóviles de la marca Tesla en territorio nacional y hacia el extranjero permitiría el desarrollo integral de la región, puesto que atraería más inversiones de similar catadura.