EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. Al dejar sin efecto las denuncias que en su contra tenía la Alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantú Rosas, fabricadas por el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, queda en claro que se trató de una campaña de desprestigio y persecución contra varias figuras políticas de la oposición.
Pronto veremos también que caen bajo su propio peso las denuncias contra el Presidente Municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, contra el Alcalde de Matamoros, Mario López y otras figuras más que en su momento fueron enemigos políticos de Cabeza de Vaca.
Pero hay más. El día de ayer corrió la noticia d que el juez federal que siempre favoreció al ex gobernador panista a cambio de una buena lana, Faustino Gutiérrez Pérez, fue destituido por el Consejo de la Judicatura como titular de un juzgado federal con sede en Reynosa. Fue enviado como castigo al Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales, en Matamoros.
Y un tercer hecho: El propio Cabeza de Vaca recibió como un baño de agua helada la notificación de que fue rechazada su solicitud de amparo contra los delitos que se le imputan y que le fue obsequiado precisamente por el corrupto ex juez Faustino Gutiérrez.
De esa forma, los astros empiezan a alinearse, pero en contra del bandidazo.
Teniendo pendientes denuncias penales federales, difícil será que logre su carta de no antecedentes penales para poder competir, como él espera, por una senaduría plurinominal y garantizar fuero durante los próximos años.
Pronto caerán otros ratones a la ratonera, como el ex secretario general de Gobierno, Gerardo Peña Flores, el ex jefe de Cmunicación Social, Francisco García Juárez, el actual “Fiscal Carnal”, Irving Barrios Mojica y el Auditor Superior Jorge Espino Ascanio.
Triste suerte para quien pensó que algún día llegaría a ser Presidente de la República. De ser perseguidor, se convirtió en perseguido. O dicho de otra manera, se le volteó el chirrión por el palito.