Por Jesús Rivera
Mientras hacía un recorrido por las instalaciones del C5 (Centro de Comunicación, Comando, Cómputo y Capacitación), en Reynosa, organismo que estará precisamente dedicado a tareas de inteligencia, el Gobernador del Estado Francisco García Cabeza de Vaca se deslindaba de las acusaciones de espionaje que desde su columna llamada “Serpientes y Escaleras” le hizo el articulista de El Universal, Salvador García Soto.
García Soto hizo alusión a una supuesta entrevista de Cabeza de Vaca con agentes de la DEA, en Laredo, Texas, para proporcionar información clasificada sobre supuestos vínculos de familiares del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador con la mafia del guachicol que se controla desde las aduanas.
“Primero: Rechazo categóricamente estar relacionado en forma alguna con la serie de faltas a la verdad expuestas a lo largo de la columna, Resulta llamativo que el señor García Soto se preste a difundir un texto con aseveraciones tan graves, sin que las acompañe de las más mínimas evidencias que sustente sus dichos”,-afirma Cabeza de Vaca en la carta dirigida a la Dirección de El Universal..
“Segundo: Nunca he sostenido una reunión con representantes de la DEA para tratar temas como los expuestos en la columna; tampoco mi gobierno realiza acciones de espionaje e investigación política; ni cuento con información que incolucre a la familia presidencial con actividades ilícitas, o que ésta y su partido estén siendo beneficiadas al marge de la ley por empresarios tamaulipecos”,-agrega.
En un tercer punto, menciona que el columnista tergiversó un decomiso realizado por el Grupo de Operaciones Especiales de Tamaulipas (GOPE), para generar la falsa percepción de que las personas públicas del orden federal se encuentran vinculados con este hecho.
“Cuarto: Esta no es la primera vez que el señor García Soto publica datos sin apego a la realidad sobre mi persona. A él y a la opinión pública le insisto: no ejerzo la política desde la oscuridad ni con perversidad. Soy un convencido del debate abierto, por lo que deploro a quien promueve golpes bajos, como la elaboración de esta falsa narrativa que fue publicada en esta entrega de Serpientes y Escaleras”,-añade.
En un quinto inciso, lamenta que el columnista se preste como correa de transmisión de intereses torcidos y perversos.
“En cualquier caso, me reservo el ejercicio de las acciones legales procedentes”,-finaliza.