Por Jerry Zu
Reynosa, Tamaulipas. Los casi 15 mil migrantes haitianos que están de paso en Reynosa, esperando se les llame para obtener su visa humanitaria en Estados Unidos, se han tenido que adaptar al estilo de vida norteño.
Ya no solo se concentran en los albergues, ubicados cerca del río Bravo, sino que inundan colonias del centro, cómo la Aquiles Serdán y Chapultepec.
Pero últimamente se les ha visto en sectores más alejados, cómo la Narciso Mendoza, cumbres e incluso, Jarachina.
Para trasladarse hasta esos lugares, el servicio de taxi ya resulta muy caro.
Por ese motivo utilizan el deficiente servicio de transporte urbano, cuyo costo es de 12 pesos por persona.
Con los asientos rotos, puertas desvencijadas y choferes malhumorados, los migrantes de tez morena sienten que están mucho mejor que en su país dee origen, dónde este tipo de transporte es un lujo.
Pero tienen que soportar las ruidosas cumbias que los choferes ponen a todo volumen.
Su propósito es obtener el asilo político en Estados Unidos para alcanzar el “sueño americano”.
Mientras tanto, ¿por qué no? Escuchar en la pesera “El negro africano” o “Sorullo y Capullo”.