EDITORIAL
La Tormenta Tropical “Alberto”, que en las redes sociales se anunciaba desde hacía cuatro meses como la “tormenta del siglo”, “huracán categoría 6” o el “huracán más poderoso de que se tenga historia”, resultó ser de mucho beneficio para la Tamaulipas y Nuevo León.
Quienes tienen alguna creencia religiosa consideran que fue “la mano de Dios” la que nos envió este meteoro cargado de agua y para otros solo fue la naturaleza buscando un equilibrio.
Reportes oficiales del Estado de Nuevo León indican que en promedio, las presas se recuperaron en un 38%; sin embargo, vasos como la presa de La Boca lucen completamente llenos. Tanto en esta presa como en El Cuchillo, el Gobierno de aquel Estado y la Comisión Nacional del Agua han programado la apertura de compuertas para derivar el exceso de humedad a los sistemas de control.
Por ejemplo, el agua excedente de El Cuchillo se derivará por el río San Juan para almacenarse en la presa Marte R. Gómez y así, favorecer los riegos del próximo ciclo en el Distrito 026 de Tamaulipas.
En la zona centro del Estado se registran ingresos importantes de agua en la presa Vicente Guerrero, gracias a los escurrimientos provenientes de las montañas.
(Foto de archivo de la presa El Cuchillo).