EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. La licencia que solicitó el Presidente Municipal de Reynosa para separarse del cargo venció el día 8 de junio, aseguran personajes que siguen siniestras consignas.
De esa manera, invocan los Artículos 33 y 38 del Código Municipal de Tamaulipas donde se señala que la solicitud de licencia debe ser hasta por 15 días, además de que se puede revocar el cargo si se excede de diez días consecutivos la ausencia de manera injustificada.
Pero, ¿qué tan injustificada es la ausencia de Carlos Peña Ortiz?
Hasta el momento, no ha dado a conocer cuál fue la causa de su retiro temporal de la Presidencia Municipal. Simplemente, trascendió en redes sociales que había acudido a la Universidad de Harvard, donde se graduó en la Maestría de Administración Pública. Ahí se ven, en fotos que subió a sus redes sociales, escenas donde el Alcalde de Reynosa participa en la celebración estudiantil.
Después de ese suceso, se pensó que Peña Ortiz retomaría el cargo, pero no fue así.
Existe un proceso legal vigente, en el cual es señalado de haber adquirido propiedades de manera injustificada, en el Municipio de San Fernando.
Algo que el propio Carlos Peña ya ha explicado: Sus padres, con problemas de salud, decidieron hace aproximadamente diez años, cederle los derechos de una propiedad de la familia. Cabe mencionar que la familia Peña Garza y Peña Ortiz son ricos de abolengo, así que no existe ahí delito qué perseguir.
Sin embargo, la denuncia que se presentó, en plena efervescencia de la campaña política del 2021 para Presidente Municipal, fue utilizada por el Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca para iniciar una persecución política que aún no termina.
Si Carlos Peña Ortiz va en este momento a la Presidencia Municipal a incorporarse a su oficina, inmediatamente le van a caer una nube de policías estatales que diariamente son comisionados en la plaza Hidalgo para ese propósito.
Quienes no saben de esa maniobra autoritaria de Cabeza de Vaca, ya empiezan a presionar para que intervenga el Congreso y nombre una terna para designar a quien será el alcalde sustituto.
“Un nuevo higaredazo”,-aseguran quienes le siguen el juego, tal vez sin saberlo.
“Una crisis constitucional”, “un problema de ingobernabilidad”, “una ausencia injustificable”-argumentan.
¿Injustificable? Puede que una graduación no sea un motivo válido para ausentarse del cargo, pero, ¿qué tal una persecución política?
Hasta donde se sabe, la intención del Gobernador es lograr que el Congreso del Estado bajo sus órdenes envíe un extrañamiento al Gobierno de Reynosa y posteriormente, la propuesta de esa terna que será de diputados ¡palomeados de su puño y letra!
Entonces sí, habría un estado de ingobernabilidad, donde por un lado, estará un gobierno constitucional que llegó por el voto ciudadano y por otro, una imposición truculenta como resultado de la persecución política.