Por Jesús Rivera
Mientras que la Comisión Nacional de Límites y Aguas solicitó la intervención de las autoridades locales para el desalojo del albergue de migrantes “Senda de Vida” por estar dentro del área de impacto del río Bravo y expuesto a las crecientes, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tamaulipas emitió una medida cautelar para que se suspenda dicha acción.
David Negrete Arroyo, representante en Reynosa de CILA, comunicó que existe el riesgo de que una eventual creciente del río afecte la integridad física de los más de quinientos migrantes que permanentemente residen en ese enclave.
Por su parte, la CODEHT argumenta razones humanitarias, puesto que ese albergue ha brindado refugio y protección a miles de migrantes que buscan alcanzar el sueño americano.
Enmedio de esta controversia, el Gobierno del Estado de Tamaulipas, junto con asociaciones internacionales, construyen a unos cuantos metros, también dentro de la zona de impacto del río, un complejo que funcionará como refugio para migrantes. Lo llaman “el domo”.
A lo largo de 17 años, “Senda de Vida” construyó varios edificios, entre los que se encuentran la zona de dormitorios para hombres y mujeres, el comedor, un consultorio médico, servicios sanitarios y la residencia del pastor evangélico Héctor Silva De Luna, Director del albergue.
En el 2012, luego de la creciente que trajo el huracán “Alex”, la mayor parte de las instalaciones quedaron bajo el agua y tuvieron que buscar un sitio alto, en la parte superior del bordo de contención.
Negrete Arroyo comentó que instalaciones como “Senda de Vida”, el patio de la aduana y varios asentamientos humanos se encuentran asentadas en el área de impacto del río Bravo, que es de propiedad federal.
Mientras que CILA pretende evitar daños humanos y materiales en prevención de posibles inundaciones, CODETH aboga por los derechos humanos de los migrantes.