Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Para el ingeniero Raymundo Servín, el origen del descarrilamiento del Tren Maya son los durmientes de concreto que colocaron a lo largo de la ruta que une las ciudades de Palenque, Mérida y Chetumal.
Debieron utilizarse durmientes de encino o mezquite,-apuntó en un comunicado a Pegaso.press.
“Los durmientes más seguros son de madera de encino o mezquite (aún hay iglesias con puertas originales de mezquite, con mínimo 300 años de antigüedad). Los durmientes sujetan los rieles con clavos, uniendo la madera con el acero. Son resistentes a la intemperie: Lluvia, sol, calor, nieve, frío, sequía, aceite.
Claro que con el paso de muchos años se desgastan, agrietan y erosionan. Pero son muy resistentes a fisuras y fracturas. Los durmientes de concreto van a seguir “reventando” y lógico, se puede descarrilar el tren. Aparte, está el otro “error” técnico que se va a convertir en “horror”: Los pilotes de control.
Los pilotes de control los metieron “a huevo” o sea, están “hincados” o metidos a presión. Al no estar “sentados” en una base o cimientos, las columnas de concreto y acero van a “perder” la vertical y se van a caer.
El terreno de la región maya es calcáreo y con la presión por el peso, el suelo se convierte en talco y los pilotes se van a hundir y los puentes van a colapsar.
No se hicieron estudios de mecánica del suelo. Estos estudios son para determinar la “textura”, o sea, la composición del suelo, arena, limo y arcilla (triángulo de texturas), para determinar la resistencia del suelo para obras de construcción”,-señala en el escrito.
Además, expresó que durante la ejecución de la obra del Tren Maya envió propuestas de asesoría a las empresas contratistas, pero no lo consideraron importante.
En la foto se aprecian las fisuras generadas en el concreto por las vibraciones, lo que a juicio de Servín se debe a que el material no es el adecuado para sostener las vías férreas.