Por Redacción
La tecnología avanza de una forma impresionante, lo que hoy es lo más avanzado e innovador en unos años se convierte en obsoleto, y ya no digamos en unos años, en unos cuantos meses para el caso de algunos dispositivos. Al estar dentro de estos temas todos los días, tal vez podemos olvidar cómo ha sido esta evolución, o bien, perder la capacidad de asombro, por ello las cosas que hablan del futuro suelen entusiasmarnos, aunque se trate de prototipos o ideas, ya que nos hace imaginar cómo será la vida dentro de algunos años.
Pero estas predicciones no son algo exclusivo de estos días, es más, ahora se ha dejado un poco esto, ya que hace varios años era una práctica común donde se solía imaginar con máquinas, robots, hologramas… vamos, con tecnológica que llegaría a facilitar la vida de los seres humanos. Todo esto tuvo su explosión a inicios del siglo XX, donde la mira estaba puesta en el siguiente siglo y donde se suponía que llegaría el cambio más radical de todos.
Esto se volvió una especie de género por sí mismo, algo que se le conoce como Paleofuturo. De aquí surgieron columnas en diarios, revistas y publicaciones especializadas, donde todas se dedicaban a predecir cómo sería nuestra vida en el futuro gracias a la tecnología. Y ahora, hemos decidido viajar en el tiempo y hacer un repaso por esas magnificas publicaciones, viendo cómo se suponía que deberíamos vivir hoy día.
A finales del siglo XIX, el artista francés Jean-Marc Côté imaginaba cómo sería el año 2000, esto a través de una serie de postales que se pueden encontrar en la Biblioteca Nacional de Francia. En ellas Côté plasmaba una visión futurista donde el hombre podía volar, era capaz de tocar varios instrumentos a la vez, y la crianza de los animales y las granjas eran operadas por máquinas.
Eso es lo que proponía John Elfreth Watkings en un artículo publicado en ‘The Ladie’s Home Journal’, que se publicó entre 1889 y 1907. El escritorio afirmaba que no habría coches en las grandes ciudades, sino que solo circularían por túneles, bien iluminados y ventilados, o por encima de las ciudades. La realidad es otra: en lo que va de año se han fabricado más de 6 millones de coches.
En el mismo artículo, John Elfreth Watkings afirmaba que en el año 2.000 ya habría trenes capaces de moverse a 241 km/h. Bueno, no exactamente en el año 2.000, pero China ya prototipos de trenes capaces de circular a 620 km/h. Si en la predicción anterior pecaba de optimista, en esta ocasión se podría decir que se ha quedado corto. (Tomado del portal de Internet Xataka).