Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

¿Por qué temen tanto a Maki?

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EDITORIAL

Desde que me inicié en este arduo, pero satisfactorio trabajo del periodismo, hace 42 años, no he visto a un político ser tan golpeado, atacado y enlodado como la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Esther Ortiz Domínguez.

Fue regidora, diputada federal, senadora de la República, Subsecretaria de Salud, dos veces alcaldesa de Reynosa.

En el 2016, cuando se eligió por vez primera, lo hizo muy a pesar de su eterno enemigo, Francisco García Cabeza de Vaca, bajo las siglas del PAN, y fue la primera mujer en ocupar el cargo de Presidente Municipal de Reynosa.

En el 2018 volvió a hacer historia por partida doble: Uno, por ser la primera persona que se religió, y dos, porque lo hizo con una votación histórica de 150 mil votos.

Pronto sintió la guerra sucia que desde Ciudad Victoria le lanzaba el Gobernador de su mismo partido, Cabeza de Vaca.

Maki lo acusó de violencia política. Pero seguirían muchos ataques más, obligándola a renunciar al PAN para adherirse a MORENA.

Cabeza de Vaca la atacó por distintos flancos, pero nunca pudo ganarle una.

En los albores del cabecismo, cuando el efecto AMLO barrió al panismo de Tamaulipas y desterró al jefe del clan, quedaban claramente dos fuerzas grandes fuerzas políticas: Una en el norte, con Maki Ortiz y otra en el sur, con Chucho Nader.

Un año antes, en el 2021, fue postulado como candidato a la Presidencia Municipal por MORENA su hijo, Carlos Peña Ortiz.

Así lo determinó el partido y así lo permite la ley.

Peña Ortiz compartió la misma suerte que su madre. Los ataques por diferentes flancos no se hicieron esperar.

Uno de ellos, la compra de un rancho en San Fernando, sigue siendo el arma principal de sus detractores.

Él mismo explica que sus padres, Maki Ortiz y Carlos Peña Garza, pasaron por una crisis de salud grave, allá por el año 2011 o 2012.

Bajo esas circunstancias, adquirieron el citado predio y lo pusieron a nombre de su hijo.

Desde hace tres años y hasta la fecha, ha logrado obtener amparo tras amparo contra ese proceso que se mantiene vivo.

El ex gobernador Cabeza de Vaca aprovechó hasta donde pudo la denuncia de un miembro de MORENA, contra el entonces candidato del mismo partido, lavándose las manos, pero capitalizando esa situación.

Peña Ortiz no ha acudido a las citas que de manera recurrente le hace el juzgado que lleva el caso porque el juez obedece a consignas de Cabeza de Vaca, aún cuando este está exiliado en Estados Unidos.

Basta que se presente personalmente para que un personero de Cabeza de Vaca tome la foto y la exhiba a nivel nacional, con el consecuente golpe mediático.

Hoy por hoy, hay muchas fuerzas políticas que desean frenar el makismo en Reynosa.

Se publicó un supuesto oficio sin firma del Vocal del Registro Federal de Electores en Tamaulipas, José de Jesús Arredondo Cortez.

En el documento se da a conocer la supuesta suspensión de derechos políticos del Alcalde Carlos Peña Ortiz, quien tiene doble nacionalidad y por consiguiente, dos registros de nacimiento con distinto nombre, sabiendo que en Estados Unidos solamente aparece el apellido del padre.

El oficio sin firma está dirigido al Mtro. Alejandro Federico Hernández Rodríguez, Juez de Control de la Tercera Región Jurídica con Residencia en San Fernando, Tamaulipas.

No obstante, carece de autentificación, porque no lleva ni firma ni sellos.

Pero al parecer, se trata de un documento apócrifo, con la intención de evitar que Peña Ortiz sea validado por el IETAM como candidato a la Presidencia Municipal de Reynosa por segunda ocasión, a pesar de que la misma Ley Electoral establece la figura de la reelección.

A la fecha, Maki Ortiz y su hijo, Carlos Peña Ortiz, han logrado no solo esa candidatura, sino también la candidatura a una senaduría por el Partido Verde, en combinación con el ex gobernador tamaulipeco Eugenio Hernández Flores.

Pero hay más: Maki Ortiz es suplente de una candidata a senadora por el Estado de San Luis Potosí, lo que para muchos representa la visión y la audacia política de una mujer que aún mantiene una importante fuerza política en el norte de la entidad.

Ni manifestaciones manipuladas, ni fake news, ni fuego amigo han sido suficientes para descarrilar la candidatura de Carlos Peña Ortiz.