Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Las obscuras cenizas que arroja el volcán Popocatépetl a varios kilómetros de altura, activan la imaginación de los habitantes de comunidades cercanas al coloso y creen ver figuras de guerreros aztecas que los mantienen al borde de la histeria.
Ayer se subió una fotografía de una de tantas erupciones, donde el autor cree ver la figura del guerrero tlaxcalteca Popocatépetl, cargando entre sus brazos a su amada Iztaccíhuatl.
Incluso dibujó el contorno y asombrosamente, coincide con lo imaginado.
Por desgracia, solo se trata de un fenómeno muy conocido por las psicólogos y sociólogos y al parecer, desconocido por el grueso de la población: La pareidolia.
La pareidolia se define como la capacidad de la mente humana de identificar figuras familiares en sombras, humo, grietas y cualquier otra situación que se presenta de manera aleatoria.
Vemos, por ejemplo, rostros en los enchufes de las paredes, en las tazas de café o en los garrafones de plástico, como se ve a continuación: