Por Jerry Zu
Ya estamos entrando a la recta final de las campañas políticas. Faltan 14 días para que termine el período de proselitismo. Después entraremos en un lapso de veda electoral, un impass de 3 días donde los candidatos a los distintos puestos de elección popular deberán atrincherarse en sus respectivos búnkers para planear a detalle todo lo referente al “Día D”, al día de la Jornada Electoral.
A estas alturas del partido, no hay duda de que el candidato de la alianza “Sigamos Haciendo Historia” (MORENA-PT-PV) a la Presidencia Municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, la tiene ganada.
A pesar de sus malquerientes y de todas las jugarretas legales y no legales que han hecho para sacarlo de la jugada, la verdad es que sigue adelante y es fecha de que lleva una firme ventaja, tal como se comprueba al ver la totalidad de las encuestas realizadas en los últimos días por empresas serias.
No cabe la menor duda de que “Makito”, como le dicen de cariño sus enemigos políticos, va en caballo de hacienda rumbo a la elección para un período más de 3 años, del 2024 al 2027.
Igual puede decirse de la doctora Maki Ortiz, su mamá. Es gracias a su perspicacia, habilidad política y relaciones con las altas esferas del servicio público que ha hecho posible lo impensado.
Primero, poner en su lugar al ex gobernador Cabeza de Vaca, el que nunca le pudo ganar un pleito. En segundo, ser la primera mujer alcaldesa de Reynosa ¡por partida doble!
Tercero, porque impulsó con éxito a su hijo para que diera seguimiento a las acciones de gobierno.
Cuarto, porque es casi seguro que Carlos Peña Ortiz se reelija por tres años más.
Y quinto, porque ella misma casi está asegurada como próxima Senadora de la República, al hacer fórmula con Ruth González Silva en San Luis Potosí, dentro de la Segunda Circunscripción.
No puedo decir que los candidatos de las otras coaliciones y partidos no le han hechado enjundia.
¡Claro que sí!
He sido testigo de varios recorridos de Luis “Cachorro” Cantú, de Rigo Ramos y de Mauricio De Alejandro y sé que están haciendo todo lo posible por conseguir votos.
Otra cosa debo decir: Estas campañas están muy extrañas. Cuando en elecciones pasadas los candidatos se desvivían por invitarnos a sus eventos, en esta ocasión se cuidan mucho porque el INE está listo para contar hasta el aliento que respiran y cargárselo a los gastos de campaña.
Si uno va como reportero y nos ve un empleado del INE, carga un día de salario profesional a la cuenta del candidote.
Por eso todos prefieren manejarse muy discretamente. Y no los culpo.
A final de cuentas, el trabajo político previo y durante la campaña de cada quien rendirá el fruto que se merecen.
¡Au revoir!