Por Jesús Rivera
-Insostenible clima de violencia entre migrantes
-Armas blancas, droga, presencia de grupos de la delincuencia organizada, intentos de asesinato y hasta prostitución infantil
Reynosa, Tamaulipas. A efecto de desincentivar la actividad de los grupos delictivos que incursionan entre la población migrante, organismos no gubernamentales como la Asociación Internacional de los Derechos Humanos para la Defensa, Difusión, Promoción y Observancia, A.C., y la propia Dirección del refugio Senda de Vida I, solicitaron a la Guardia Nacional la instalación de una caseta de vigilancia permanente.
Fortino López Balcázar, Presidente de la AIDH, presentó un documento dirigido a la Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que por su mediación, se llegue a instalar dicho puesto de vigilancia, ya que se tiene conocimiento de personas con armas blancas dentro y fuera de los albergues, consumo de drogas y actividad de grupos de la delincuencia organizada.
Incluso, se han documentado amenazas de muerte, como el mismo representante de la AIDH lo señaló en una denuncia penal previa.
Se tienen sospechas de prostitución infantil. Al rebasarse la capacidad de los albergues Senda de Vida I y II, miles de migrantes haitianos y centroamericanos buscan rentar viviendas en los alrededores y otros más han acampado en improvisadas casuchas.
Fortino López solicitó, a nombre de los más de 2 mil migrantes que permanecen en los albergues y más de 8 mil que subsisten en la periferia, que se intervenga para evitar lo que pudiera ser una tragedia de grandes proporciones.
En la petición a la CNDH, Fortino López expresó que en distintas ocasiones se solicitó el apoyo de la Guardia Nacional, pero ninguna autoridad federal o estatal se hizo presente.
Solo acudieron algunos elementos de la Policía Estatal, aunque señalaron que no es de su jurisdicción.
Sin embargo, en una ocasión pudieron intervenir para evitar que voltearan el vehículo donde se trasladaba el Director de Senda de Vida I, Héctor Joaquín Silva De Luna y otras personas que iban a bordo.
En el oficio se subraya que “existe el problema de conductas ilícitas o faltas administrativas que se cometen dentro de los albergues y cuando se ha llamado a la Guardia Nacional, a la Policía Estatal y al Ejército, la primera ni siquiera contesta el teléfono y si lo hace no acude al llamado”.
En otro párrafo: “Existe el problema dentro de los dos albergues consistentes en que hay migrantes con armas blancas que portan o esconden en las carpas, otros que se drogan, por lo que existe la probabilidad de tráfico de drogas, y otros más que son conflictivos y agreden y amenazan de muerte constantemente a los migrantes encargados de la guardia interna”.
Hace referencia al exceso de basura generada por una población creciente de migrantes, falta de sanitarios y regaderas públicas, falta de albergues alternos, falta de comedores comunitarios, invasión de calles, falta de capacitación al personal de los albergues y la falta de solución a los trámites de asilo en los Estados Unidos.
Fortino López aseguró que hasta el momento, de los más de ocho mil que han presentado solicitud de asilo, solo 2,500 han recibido respuesta.