Por Jesús Rivera
Monterrey, Nuevo León. Por muy duro que suene, en México y en cualquier parte del mundo, para lograr vender un libro es necesario contar con un nombre.
Los grandes vendedores de literatura a nivel mundial han tenido que forjarse uno, y eso es precisamente lo que intenta hacer desde hace más de una década el periodista y escritor Luciano Campos Garza.
Nació en 1970 en el municipio de Guadalupe, Nuevo León. Trabajó durante diez años en el periódico La Prensa de Reynosa, fue corresponsal de El Norte, hizo radio en Notigape y Estereoamérica, retornó a la prensa escrita en Hora Cero y fue corresponsal de la revista Proceso en el Valle de Texas, después en Reynosa y actualmente, en Monterrey.
“El primer libro que publiqué fue en el 2006, una novela que escribí en Reynosa, que se llama “El Anhelo de la Sombra”. Me lo editó CONARTE, aquí, en Nuevo León. Es una novela. Luego de eso me arranqué con otros libros. Entre ellos el que más se ha vendido es “El Bronco: Claro oscuro del hombre que derrotó al Sistema”, en el 2016. Editorial Planeta me lo publicó. Se vendieron como 5 mil ejemplares, y el año pasado publiqué cuatro libros que fueron: Un libro de un sindicato, “Federación Nacional de Sindicatos Independientes: 85 años”, ese fue el primero. Publiqué mi novela “El Cielo de los Pilotos Derribados”, un guión cinematográfico que se llama “Sistema Solar” y un libro de futbol que se llama “Clásicos del Futbol Mexicano”, que me publicó una editorial argentina”,-explicó.
Hasta el momento, su producción bibliográfica abarca once títulos, de los cuales, destacan tres novelas.
De todos esos libros, el de “El Bronco” es el que más se ha vendido.
Los otros tienen un alcance mediano porque, en México, para vender libros debes tener un nombre.
“Como yo no lo tengo, debo hacer un gran esfuerzo de autopromoción de mis libros. Entonces, más o menos se venden”,-aseguró.
En el caso de “El Bronco”, publicado por Ediciones Proceso, puede encontrarse en algunas librerías del país, pero hay otros, como “El Paria Mexicano”, de difusión más restringida, o la nueva novela aún no impresa llamada “El Cielo de los Pilotos Derribados”, que se puede encontrar en formato digital, en la Hemeroteca de Proceso.
“La gente puede comprarlo, pero está en 140 lanas, por ahí. Está bara”,-dijo el escritor.
De hecho, afirmó que siempre tiene un proyecto en puerta.
Actualmente promueve un guión para una película, pero está consciente de la dificultad de que ésta pueda llegar a plasmarse en celuloide.
“Es una oportunidad en 20”,-subrayó Campos.
El guión se llama “Del 10 al 1”, y es una sesión de psicoanálisis.
“Es un guión. Vamos a ver qué resulta este año. Es eso. Y estoy escribiendo ya mi siguiente novela. A ver qué tal resulta”,-aventuró.
Pero, ¿es posible vivir de escribir libros, sobre todo si no se goza de un nombre ya consolidado en el ámbito de la literatura?
“Para mí, no-aseguró. Es bastante complicado. Realmente, como te dije hace un momento, tienes que tener nombre. Las personas que tienen nombre venden libros. Miles de libros. Y si venden miles de libros, apenas, mano, más o menos te deja una lanilla. Piénsalo más o menos así: De cada libro que vende uno, la editorial se queda con el 90% de la venta, y a uno le queda más o menos el 10%. Échale”.
-Son las regalías, ¿no?
-Sí. Las regalías. Es difícil. Tienes que vender muchos libros para poder vivir de eso. Y eso, los consagrados, la gente que tiene nombre, los que son conocidos a nivel nacional, pueden vivir de eso. Pero la mayoría de los que escribimos, todos llegamos a la misma conclusión: Que no se puede vivir de esto. Tienes que tener otras chambas. Y mayormente, por doloroso que resulte, tienes que buscarle por otro lado y realmente, uno escribe por vocación, por gusto, por el placer de escribir.
-Y, ¿cómo es Monterrey como plaza, no solo para escribir libros, sino para el periodismo, que es a lo que te dedicas?
-Es muy buena plaza. El periodismo aquí se ejerce libremente. Tú puedes escribir de cualquier tema, a diferencia por ejemplo, de otras plazas, como Tamaulipas, donde los temas están acotados. Aquí no. Aquí se puede escribir bien. Hay opciones. Más o menos está bien pagado el asunto del periodismo y por ejemplo, si uno quiere hacer periodismo y al mismo tiempo literatura, también hay opciones para publicar. Hay canales por los que uno puede publicar pero claro, uno tiene que pasar primero por un dictamen para que se vea calidad en lo que escribe.
Tamaulipas, para Luciano Campos, sigue siendo un lugar difícil para ejercer el derecho a la libertad de expresión.
“Imposible. Es… No imposible. Exageré. Es difícil, complicado. No se puede hablar, por ejemplo, del crimen organizado en Tamaulipas, libremente, por la situación que ya sabemos. Yo soy de la idea de que el buen periodismo se puede hacer en cualquier lado, no solamente en las grandes capitales. En los lugares apartados también se puede hacer buen periodismo, y de hecho, se hace. No se necesita tener un foro muy grande para hacer buen periodismo. En Reynosa y en Tamaulipas en general, yo he visto ejemplos muy buenos de periodismo. Entonces, depende de cada uno, pero sí, es muy complicado tocar ciertos temas, como ese que te digo, de la delincuencia organizada. Pero si no hay garantías, está bien que no toquen el tema”,-reveló.
Por último, sostuvo que tiene buen recuerdo de Reynosa, donde se formó como crítico de cine y escritor.
“Mi sensei es Graciela Ramos Domínguez. Ella fue la que me enseñó a escribir verdadera literatura y siempre le estaré agradecido. Aprendí mucho en mi paso por Reynosa. Es una ciudad a la que le tengo bastante aprecio”,-acotó.