Editorial
Reynosa, Tamaulipas. Tal vez queriendo congraciarse con los medios de comunicación de Reynosa por la gran desilusión que causó en ellos el gobierno de “Los Vientos de Cambio”, el Presidente estatal del Partido Acción Nacional, acompañado por la Diputada Local Mirna García Flores, les ofrecieron una desangelada “posada” navideña.
Porque no es lo mismo “Los tres mosqueteros, que veinte años después”, esta vez los panistas no echaron la casa por la ventana.
Cómplices de un saqueo perverso, tanto Cantú Galván como García Flores, ambos diputados locales, están en la mira de las nuevas autoridades, por un sinfín de irregularidades cometidas durante la Administración de Francisco García Cabeza de Vaca.
Bastarían las maniobras realizadas para despojar a la bancada de MORENA de la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, para fincar algún tipo de responsabilidad.
La compra de tres legisladores fue suficiente para obtener la mayoría en el Congreso.
Después de tener el control absoluto de ese órgano, aprobaron leyes que son lesivas para los tamaulipecos y que hasta hoy están provocando serios problemas al Gobierno de Américo Villarreal Anaya.
Desbaratar todos los candatos y nudos que maliciosamente colocaron los diputados cabecistas cuesta mucho tiempo y muchos recursos humanos.
Hasta la fecha, hay decenas de denuncias ya presentadas, o a punto de presentarse en contra de funcionarios que incurrieron en corruptelas.
Señalados con índice de fuego, hasta ahora el dirigente estatal y los diputados panistas no habían dado la cara a los medios de comunicación.
En vísperas de que inicie la campaña para la elección extraordinaria de senador, intentan un acercamiento con los periodistas locales mediante una rifa de regalos. Regalos que en esta ocasión ya no fueron adquiridos con recursos del Gobierno del Estado.