Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Migrantes: Entre la esperanza y la desesperación

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Por Jesús Rivera


Reynosa, Tamaulipas. Aquel hombre ya ha recorrido la mayor parte de la colonia Aquiles Serdán. Carga en sus brazos a una niña pequeña. Llega hasta donde está su esposa, charlando con varias vecinas. Ella le pregunta algo en creole, el dialecto que se habla en Haití, y él mueve negativamente la cabeza, entristecido.

Esta es una estampa que se repite diariamente, desde que miles de haitianos fueron desplazados de su país por la pobreza extrema y la violencia.

En el albergue Senda de Vida 2, donde actualmente se concentra una buena parte de los migrantes que buscan asilo político en Estados Unidos, la cosa no pinta mejor.

Quienes no están ahí, siguen buscando una vivienda de renta en las colonias aledañas. Una vez que se convencen que ya no hay espacios disponibles, se van a los espacios que las autoridades han destinado para ellos.

Más de 10,500 personas originarias de Haití, deambulan por las calles del centro de la ciudad de Reynosa, entre la esperanza de obtener el ansiado permiso del CBP y la desesperación, porque aún no hay un programa que les permita recibir el asilo en el vecino país del norte.

Y bajo esta situación, no falta organizaciones caritativas que acuden a apoyar con alimentos, agua, ropa y materiales.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en colaboración con Cáritas, llevaron esta mañana algo de ayuda humanitaria para los migrantes de ese refugio.

Martín Berra Enríquez, Presidente de la Estaca Reynosa México Este, comentó que se trata de una donación de 100 mil dólares en tiendas de campaña para los migrantes.

Aseguró que el objetivo es simplemente “seguir el mandamiento que nos dio El Salvador Jesucristo, cuando a él le preguntaron cómo podría resumir los mandamientos, él mencionó que los mandamientos se podían resumir en dos: Amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, y el segundo mandamiento es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”.

Dijo que siguiendo el segundo mandamiento de Cristo, se hizo esta donación en especie.

Los recursos provienen de dos principios que los integrantes de esa iglesia realiza: El primero es la ofrenda de ayuno, y el segundo, la Ley de los Diezmos.

De esa forma, lo que los miembros de la iglesia ahorran en el ayuno y los diezmos, se donan para este tipo de acciones.

En un acto protocolario que se realizó al interior del campamento, el Director del refugio de migrantes Senda de Vida y Senda de Vida 2, Héctor Silva De Luna, agradeció la donación de estas dos asociaciones filantrópicas.