EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. Los mexicanos vemos desde lejos el resultado que ha tenido el Gobierno de El Salvador y su presidente Nayib Bukele a varios años de implementar el régimen de excepción.
Miles de delincuentes han sido retirados de las calles en aquel país y la población tiene un respiro al bajar los índices de criminalidad.
En México, por el contrario, la inseguridad continúa subiendo. A menos de dos años de que concluya el mandato de Andrés Manuel López Obrador, se han roto los récords de muertes violentas. Los cárteles siguen mandando en prácticamente todo el territorio nacional sin que haya una fuerza que se les oponga.
Bajo ese contexto, impactó una noticia reciente relacionada con la presunta ejecución extrajudicial de personal del Ejército Mexicano contra cinco hombres que pertenecían presumiblemente a una célula de la delincuencia organizada en Nuevo Laredo.
En un video que se dio a conocer esta semana, publicado por el diario español El País, se observa cómo los soldados disparan sobre un vehículo donde había cinco prisioneros bajo custodia.
Tras las primeras averiguaciones, el Presidente de la República dijo: “Al parecer, sí hubo ajusticiamiento y eso no se puede permitir”.
En otro video que se difundió en la red social Tik Tok, un supuesto elemento de la Policía Estatal de Tamaulipas, vestido con uniforme y un cubrebocas con diseño de calavera, comenta que compuso una canción en apoyo del Ejército Mexicano por la acción de ejecución de delincuentes en Nuevo Laredo.
“Yo estoy haciendo una canción sobre lo que pasó en Nuevo Laredo-dice-, de la ejecución que hicieron los compañeros de la SEDENA, pertenecientes a cuerpos especiales, “Los Murciélagos”. La verdad, yo los apoyo. Para mí, estuvo bien lo que hicieron. Si los agarran detenidos, los llevan al MP, esos malandros a los pocos días salen libres, aunque les hayan encontrado armamento. Salen libres. para mí, estuvo excelente que los hayan exterminado. Excelente. Como dicen por ahí: “Muerto el perro, se termina la rabia”. Les voy a mostrar la rola que estoy haciendo sobre ese suceso en apoyo a los elementos de las fuerzas armadas”.
La letra de la citada canción, al estilo de rap es la siguiente:
No andamos con juegos
nosotros sí los mandamos directo pa’l infierno.
Cazando estakas, nos encontramos patrullando en NUevo Laredo.
¿Pa’ qué detenerlos? Mejor les accionamos nuestras armas de fuego.
Somos “Murciélagos” del Ejército, solo nuestro trabajo hacemos.
Quisieron calarle, no sabían que somos Fuerzas Especiales.
Respondimos el ataque, corrieron, ya no quisieron toparse.
Se armó el desmadre, fuimos siguiendo, se armó la persecución.
Tronaban los fierros, ráfagas de balas, matarlos fue la Misión.
“Esa rola ya la tengo terminada-agrega el supuesto policía-, en unos días la voy a grabar y la voy a subir a You Tube, mi canal de You Tube está como gibranbelico, y cuando yo lo publique se lo voy a hacer saber aquí, por Tik Tok. Pero la neta, personalmente, lo que hace el Presidente no me parece justo. En verdad, ha hecho las cosas bien, pero en el tema de la seguridad no da la talla, no tiene huevos, como una rola que ya le tiré, que se llama “Presidente sin huevos” y pues quién sabe cómo va a terminar el país si sigue habiendo presidentes como él”.
Aparte de El Salvador, hay antecedentes de otros países y gobiernos que han implementado regímenes de excepción cuando la delincuencia ha rebasado la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad.
En China, a mediados del siglo pasado se ejecutaba a los criminales de manera sumaria, o mediante la ley fuga, procedimientos calificados como extralegales.
Hoy en día, Amnistía Internacional contabiliza en ese país 2,701 condenas a muerte y 1,769 ejecuciones.
Y en Estados Unidos, en el 2021 se ejecutaron 10 hombres y una mujer mediante inyección letal.
En México, un día sí y otro también ocurren masacres y actos cada vez más grotescos por parte del crimen organizado.
Elementos del Ejército y de las fuerzas armadas del país que luchan y se exponen diariamente comparten la opinión del policía cantante de Tik Tok, lo que para algunas personas es señal clara de que nuestro país se inclina hacia una “salvadorización”.