Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Adrián Arriaga Ortiz, orgullosamente reynosense, es un joven de 18 años que recién ganó el campeonato mundial de Blind Tenis en Categoría B-4 (tenis para ciegos) en la ciudad de Cracovia, Polonia.
De hecho, es bicampeón mundial, porque ya antes había conquistado el primer lugar en una competencia similar.
No obstante, esta vez le tocó tener una competencia de fogueo en Birgmingham, Inglaterra, quedando en un no nada despreciable cuarto lugar, para después dirigirse a Polonia, donde ya mentalizado, pudo obtener su segundo título consecutivo.
Enfrentado con los mejores del mundo, cuando finalmente ganó el set final frente a un potente jugador inglés pensó para sí mismo: “Me siento como Supermán”.
El Supermán reynosense es alumno aventajado en los talleres que la fundación Miradas de Esperanza pone a disposición de las personas con algún tipo de transtorno visual.
Tener disminuidas sus capacidades visuales no ha sido obstáculo para que Adrián y otros muchos jóvenes aprendan diversas disciplinas, como tocar algún instrumento musical, o valerse por sí mismos en la vida.
EL PERIPLO
Del 17 al 27 de agosto acudió al torneo internacional de IPSA, es decir, la Asociación Internacional de Deportes para personas con Discapacidad Visual, donde se compitió en diversas actividades, como futbol soccer, tiro al blanco, tenis y otras más.
En esta competencia Adrián obtuvo el cuarto lugar en su especialidad.
Pero como él mismo dijo esta mañana, en rueda de prensa, en el siguiente torneo que fue en Cracovia, del 30 de agosto al 3 de septiembre, donde se jugaron exclusivamente encuentros de Blind Tenis (IPCA), logró enfocarse, cambiar el chip y mantener una actitud ganadora.
Incluso, la maestra Norma Ruiz, Coordinadora Administrativa de Miradas de Esperanza, quien lo acompañó en esta ocasión, cuenta que en uno de los encuentros Adrián rompió sus lentes por accidente. Se trata de lentes especiales, por su graduación, difíciles de conseguir, incluso cuando se hace el pedido con tiempo.
El joven jugador tuvo que abandonar esa partida, impedido para continuar. Más tarde se trasladaron hasta una óptica de Cracovia donde les comentaron que era imposible reparar los lentes y menos aún conseguir otros nuevos.
Desesperados, los miembros de la comitiva mexicana insistieron en que se buscaran unos cristales con la graduación requerida, pero el dueño del local aseguraba que era poco probable que quedaran en el armazón.
Finalmente, tras varios intentos, hubo unos que calzaron a la perfección, y el dependiente dijo: “¡Estás bendecido! ¡Ve y gana ese torneo!”,-lo que además sirvió como motivación extra.
Y de esa manera, ya frente a la pelota, hizo su mejor esfuerzo, obteniendo el triunfo gracias al tezón y a un renovado brío.
En su corta carrera de apenas cuatro años, Adrián se ha traído dos medallas de campeón del mundo, una de tercer lugar, una más de segundo lugar y la medalla especial como jugador estrella más joven en Irlanda.
Además, Miradas de Esperanza ha impulsado a dos jovencitas que también compiten en Blind Tenis en categorías B-2 y B-3, quienes en anteriores competencias quedaron en el segundo y tercer lugar del mundo.
Inspirador.