(De las redes sociales) Igual que sucedió hace décadas con el famoso “rostro marciano”, la publicación de una fotografía tomada por la sonda Mars Reconnoisance Orbiter hace volar la imaginación de los usuarios de las redes sociales, especialmente aquellos que se dedican a generar contenido sobre teorías de conspiración.
El rostro que aparece en la instantánea semeja a un oso de caricatura, con una cara redonda, ojos pequeños y trompa pronunciada con nariz y labios.
La NASA aclara que, al igual que el “rostro marciano”, se trata de un accidente natural: El círculo que forma la cabeza puede deberse a un hundimiento de los sedimentos sobre un viejo cráter, los ojos son pequeños impactos meteóricos y la trompa, una estructura que colapsó en forma de V a causa de movimientos tectónicos.
Pero para el grueso de la gente común, esa es la cara de un oso. No faltará quién asegure que fue construido por una avanzada civilización alienígena, cuyo aspecto es el de un oso.
Sin embargo, solo es un caso más de pareidolia. La pareidolia es un fenómeno que ocurre cuando se nos presentan cosas que identificamos con figuras conocidas o con las que tenemos familiaridad.
Al menos hasta ahora no se ha probado que haya o que hubo vida inteligente en Marte.
Estructuras en forma de bacterias primitivas fueron rescatadas en misiones anteriores, que probarían la presencia de agua en un pasado remoto en ese planeta, por no hay huellas de antiguas civilizaciones, ni mucho menos.
La foto de abajo es el famoso “rostro marciano” que muchos pensaron que era obra de extraterrestres.