Por Lic. Marcos Olivares
En mi caminar profesional, he encontrado mil lecciones de todo tipo. Ahora las redes
comunicativas nos inundan de información y también educan, pero las que siempre me han
llenado son las que se refieren al Liderazgo y Calidad, temas que me parecen fascinantes.
Los líderes competitivos son altamente emprendedores y arriesgados, con poco temor a
perder, pero con un hambre de éxito sin igual. Cuando actúan no dejan nada al azar,
enfocan muy rápido y con gran precisión su plan de acción. Definen oportunamente
objetivos y metas, y dirigen sus velas hacia la rápida y efectiva toma de decisiones. Su
creatividad e innovación sobresalen de inmediato, además de ser altamente productivos y
rentables, son muy codiciados en el ambiente profesional.
Sin embargo, no podrían alcanzar el éxito sin esa natural capacidad de empatía. Con sus
compañeros y colaboradores, son sueltos para expresarse y excelentes comunicadores. En
los momentos adecuados, tienen la frase precisa para incentivar las fibras sensitivas de sus
colaboradores, y motivarlos a luchar por los objetivos y metas de los proyectos exitosos, y
cuando eso sucede, no se lo quedan, lo comparten con todo el equipo y les reconocen su
gran aportación al resultado y sus beneficios.
Pero sobre todo son asertivos a más no poder, son respetuosos, resilientes e inteligentes,
y no dejan de actualizarse en los temas del pasado, del presente y del futuro. Eso les permite
convertir problemas difíciles en sencillos, formar con facilidad equipos exitosos, ser
considerablemente competitivos y considerar a sus adversarios competencia, NO
enemigos.
Un líder es visionario, innovador, cercano (a la gente y a los retos) asertivo, proactivo,
honesto y respetuoso del medio ambiente.
Ah, y sobre todo pondera a la familia como el valor humano básico, cimiente de gente
de bien.
¡Si no estás listo, prepararte y aprende!