POR RUBEN DUEÑAS ARIZMENDI
VAN AMERICO VILLARREAL ANAYA Y RODOLFO GONZALEZ VALDERRAMA POR LA GUBERNATURA DE TAMAULIPAS
Para nosotros como analistas políticos todo apunta a que la pelea por la gubernatura de Tamaulipas en las elecciones del 2022 va a ser entre el médico cardiólogo de Ciudad Victoria Américo Villarreal Anaya y Rodolfo González Valderrama, del bello puerto de Tampico, que se ha venido desempeñando como director de Radio, Televisión y Cine del Gobierno Federal, el que para algunos ya está fuera de la jugada por no haber sido nominado candidato de MORENA a diputado federal.
Otro gallo con los espolones para dar la pelea es el médico dentista Felipe Garza Narváez, el que ya ha sido tres veces diputado local, con votación record, del que sabemos que mantiene una magnífica relación con el hoy por hoy, presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Hay otros más que no podemos dejar de mencionar porque en Tamaulipas tienen presencia, fuerza y peso político, uno de ellos sería Carlos Enrique Cantú Rosas, al que López Obrador ya conoce y tiene en buena estima, por cierto es hermano de Carmen Lilia, la que con las siglas de MORENA recién ganó la alcaldía en Nuevo Laredo.
Rodolfo González Valderrama, nació en Abril en 1956 en la popular colonia Tamaulipas del bello puerto de Tampico, su padre fue petrolero perteneciente al Sindicato de Petroleros de la República Mexicana, (en PEMEX), se cuenta que su abuela fue comerciante en el puerto jaibo y además rentaba locales comerciales.
Rodolfo se crio y asistió a la escuela del Centro Cultural de Tampico, ahí conoció y compartió tiempos de estudiantes, entre los más destacados, se mencionan al Subcomandante Marcos de EZLN, a su hermana Paloma Guillen Vicente, Carlos Heredia Zubieta y Gerardo Gómez Ibarra, entre muchos más.
Una vez terminados sus estudios emigró a la Ciudad de México, donde ingresó a la (UNAM) y cursó la carrera de Licenciado en Sociología, ahí en la máxima casa de estudios de la nación, donde conoció y convivió con el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En el año del 2005 nuevamente Rodolfo González se reencuentra con López Obrador, ya en las filas del perredismo (PRD), teniendo como amigo personal al Lic. Ricardo Monreal Ávila, quién había colaborado con el zacatecano cuando éste fue gobernador de Zacatecas en el año de 1998.
Ni duda nos queda de que en el sorpresivo e inédito debacle que acaba de ocurrir en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), hubo mano negra, ya que cuando nadie se lo esperaba la mayoría de los magistrados (5) de (7), votaron a favor de destituir al magistrado presidente, José Luis Vargas Valdés.
Seguramente el señor sintió que por ahí alguien le estaba jugando las contras y de un mantazo pensó en acabar con el enemigo, porque de otra forma eso no ocurre, al menos en México, pero no se fue y advirtió incluso que el va a seguir siendo presidente del Tribunal.
Definitivamente la DEA está en todo, así nos lo deja ver el reconocimiento que esta Drug Enforcement Agency de Estados Unidos le acaba de hacer extensivo “por el trabajo sobresaliente” que lleva a cabo al llamado Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) de la Policía Estatal de Tamaulipas, que dirige Arturo Rodríguez Rodríguez.
El gobierno de Tamaulipas informó que desde el año 2018 desarrollan junto con 7 Agencias Federales de Estados Unidos la Campaña de Seguridad y Prosperidad, que tiene como objetivo el promover la denuncia ciudadana en ambos lados de la frontera con Texas, que contribuye a frenar o prevenir acciones criminales, así como para determinar objetivos delincuenciales relevantes.
Sobre el trabajo del GOPES, la Secretaría de Seguridad Pública destacó las acciones efectuadas en los últimos dos años, en que han logrado aprehensiones de líderes prioritarios de la delincuencia organizada que operan en Tamaulipas.
También han realizado más de 300 detenciones, asegurado inmuebles, más de mil armas de fuego, además de 7mil 500 cartuchos y casi 209 cargadores, así como alrededor de mil 200 vehículos –varios– de ellos con blindaje artesanal, conocidos como “monstruos”, estupefacientes, cerca de tres millones de dólares y poco más de 9 millones de pesos mexicanos en efectivo.