“LA COMIDA NO NOS FALTA”: MIGRANTES
Por Jesús Rivera, Especial para Pegaso.press
Reynosa, Tamaulipas. Ya llevan casi dos meses viviendo en la plaza de la República.
Algunos bajo tiendas de campaña, otros cobijados por cartones o cobijas, y hay quienes duermen a la intemperie.
Unos 300 migrantes de origen hondureño y guatemalteco permanecen en ese jardín público, esperando una respuesta de las autoridades norteamericanas que ya se tarda en llegar.
Estacionadas en la calle, patrullas de la Policía Estatal y del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración, hacen guardia permanente.
Todos los días por la tarde, un grupo de médicos de la Secretaría de Salud, del DIF y de Médicos Sin Fronteras acuden a dar consultas gratuitas.
Hay varios módulos sanitarios que llevó el Club Rotario, pero otras necesidades, como el aseo diario, no siempre está disponible para todos.
Una manguera conectada a una llave suministra el líquido para ese tipo de menesteres.
En la plataforma del kiosco, decenas de niños y mujeres se arremolinan. Bajo temperaturas que han llegado hasta los 40 grados centígrados, la sombra que dan los encinos constituye una bendición.
Algo que llama la atención es que pocos traen puesto el cubrebocas. Solo cuando el reportero les pide una foto de grupo, una mujer dice: “¡Pónganse los cubrebocas!”
En una acera juegan los chavales con una pelota de futbol medio desinflada. Más allá, sobre el pasto, otros han colocado una improvisada portaría y celebran ruidosamente cuando meten gol.
Sobre el águila monumental que se ubica en la esquina norte de la plaza, varios niños observan el juego con atención, mientras que varias matronas agrupadas sobre una banca platican animadamente.
A pesar de la desconfianza natural que tienen los migrantes ante los reporteros y evitando la mirada vigilante de los policías, Pegaso.press dialogó brevemente con algunos de ellos.
Antony, originario de Guatemala, dijo que están pasando momentos difíciles, tanto padres como niños.
“La verdad es que tampoco nos vamos a quejar lo que es lo de la comida, pues siempre nos han echado la mano gente buena de México, porque estamos rodeados de gente buena y gente mala; por eso es que no hemos podido salir, porque no hallamos salida para donde agarrar, porque la verdad, la gente que está aquí no quiere regresar para sus países
-Qué les dicen las autoridades de los Estados Unidos?-se le cuestionó.
-Noticias oímos nosotros seguidas, que hay que esperar una oportunidad, y eso es lo que estamos haciendo nosotros, esperando una oportunidad.
Hace unas dos semanas, fue noticia nacional el que un grupo de ellos intentaron cruzar hacia los Estados Unidos.
El incidente causó que se suspendiera el flujo vehicular por el puente Reynosa-Hidalgo, en la dirección de norte a sur.
Los encabezados decían que, por desesperación, los migrantes quisieron entrar a los Estados Unidos a la fuerza.
Pero Antony tiene otra versión: “No fue que intentamos pasar sino que se salió de control, que solo queríamos a los niños que dieran vuelta aquí con sus papeles que cargaban y eso fue todo, pero como había un muchacho que cargaba una bocina en el hombre y él se fue pa´l otro lado, no sé a qué iba, entonces, los niños lo siguieron a él. Y la gente que por ir siguiendo a sus niños se fueron detrás de ellos, agarrándolos y ya los niños siguieron corriendo pa´allá. No fue que nosotros háigamos querido hacer manifestaciones o huelga, no. No fue eso, sino que fue un error, más que todo”.
La señora Magaly González, también de Guatemala, expresó que son más niños que personas grandes los que viven de manera precaria en la plaza De la República.
El Instituto Tamaulipeco para los migrantes asegura que en total, son unas 300 personas las que están en ese lugar, de los cuales, alrededor de 140 son menores de edad.
“Se les ha invitado a que vayan al albergue que está en el Gimnasio de la UAT”-comunicó el Delegado Regional del ITM, Ricardo Calderón.
No obstante, el grupo se niega a abandonar la plaza, por estar cerca del acceso al puente internacional.
Aún así, en el gimnasio permanecen unas 172 personas, niños, mujeres y hombres, atendidos por dependencias estatales como el propio Instituto del Migrante, la Secretaría de Salud y el DIF.
Ricardo Calderón agregó que mañana martes habrá una brigada médica y asistencial. Dejó pendiente la hora, pero aseguró que se proporcionarán diversos servicios, proporcionados por el Gobierno de la entidad.
Al continuar con la entrevista, la señora Magaly dijo: “Venimos por una lucha, realmente. Fíjese que no estamos por gusto aquí, en este país. Yo sé que se sufre, pero el problema es que queremos una vida mejor para nuestros hijos y superarnos, porque en Guatemala posiblemente trabajo hay, pero es muy poco lo que le pagan a uno. Uno pasa necesidades y realmente por las necesidades es que vamos luchando. Y estamos en este país esperando del Gobierno que él nos dé una solución a nuestros hijos, porque él realmente tiene que considerarse de nuestros hijos para un futuro mejor”.
Agregó que la comida no les falta, sin embargo, muchos tienen que dormir a la intemperie, porque las tiendas de campaña y los improvisados techos de cartón son destinados para los niños y mujeres.