Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

La brecha obradorista

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Por Jesús Rivera


Reynosa, Tamaulipas. Un indigente con una pierna amputada, de aproximadamente 50 años de edad, sentado frente a una sucursal bancaria.

Una pareja de ancianos a bordo de una camioneta Chevrolet de modelo reciente con placas americanas.

El indigente apenas tiene unas cuantas monedas en el bote de hojalata.

El anciano de la camioneta baja apoyado en un bastón con un documento medio doblado con el logo del Gobierno de la República.

El indigente asume que el anciano viene al banco a cobrar su pensión de Bienestar que se da a todas las personas mayores de 65 años, de la condición social que sea. Aún si vive en los Estados Unidos y no necesita de la ayuda del Gobierno.

El mendigo se dirige a una de las personas que hace fila para el cajero y lamenta que ocurran ese tipo de situaciones.

Es decir, que hay gente rica que cobra la pensión sin necesitarla, mientras que muchos, como él, viven en la miseria.

-¿Por qué no se hacen estudios socioeconómicos para ver a quién se deben dar esas pensiones-pregunta su interlocutora.

El indigente encoge los hombros mientras ve que el anciano de la Chevrolet entra a la sucursal bancaria, presumiblemente a cobrar su pensión de Bienestar.