EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. A cuatro días de los hechos ocurridos en la colonia Cavazos Lerma de la ciudad de Nuevo Laredo, donde soldados ultimaron a 5 jóvenes y uno más resultó herido, empiezan a salir a la luz pública detalles que dan un giro a la historia que difundieron los medios de comunicación.
En primer lugar, los jóvenes pertenecían a una célula del Cártel del Noreste. La camioneta sin placas en la que circulaban esa madrugada no se detuvo cuando un convoy de soldados le marcaron el alto. Por el contrario, los tripulantes dispararon sus armas de fuego y los militares respondieron el fuego, con los resultados ya conocidos.
Horas después, cuando se supo de la masacre, familiares de los fallecidos enfrentaron furiosos a los elementos del Ejército, los insultaron y agredieron físicamente.
Videos relacionados con esos hechos circulan en las redes sociales y medios formales de comunicación de todo el país y el mundo.
Nuevo Laredo, donde continuamente ocurren ese tipo de sucesos, es territorio controlado por el Cártel del Noreste.
La agresión a la soldadesca que vino después es solo un reflejo del grado de descomposición social que prevalece en el país, y especialmente en regiones donde la delincuencia organizada ha tomado sus reales.
Son culpables son los padres que no encausan a sus hijos para que eviten ser enrolados por las mafias, más que los militares que responden a la agresión, ya que éstos últimos están adiestrados para el combate.
Según el Delegado de Gobernación en Tamaulipas, Felipe Garza Narváez, las autoridades federales y estatales investigan tanto la muerte de los jóvenes como la agresión a los militares.
Y si hay ciudadanos que resultan responsables, se les fincarán los cargos correspondientes, como se ve en el video y las fotos que ya son del dominio público.
El narcopueblo se subleva contra el Ejército y se hace justicia a la mexicana.