Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Hora de defender nuestra soberanía

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EDITORIAL


Reynosa, Tamaulipas. Ante el intento desestabilizador e intervencionista del Gobierno de los Estados Unidos, es necesario dar un paso adelante y defender la soberanía nacional con todas nuestras fuerzas.

No dejemos que potencias extranjeras vengan a tratar de imponernos condiciones, como cuando Benito Juárez suspendió los leoninos pagos a Francia, Inglaterra y España, lo que desembocó en la Intervención Francesa, con los resultados y a conocidos.

Congresistas norteamericanos pretenden modificar las leyes para que sus tropas puedan incursionar en territorio mexicano y combatir a los cárteles de las drogas, los cuales serían catalogados como terroristas.

¡Eso no es posible!

Ya lo dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador: Esa es una ofensa como país y no nos vamos a dejar.

“Es una falta de respeto a nuestra independencia, a nuestra soberanía”,-dijo.

¡Claro que no! Nuestros narcotraficantes son nuestros. Nadie nos va a venir a decir qué hacemos con ellos. Son seres humanos y merecen que se defienda su vida.

Si tropas norteamericanas invaden nuestro país para combatir a los cárteles, les van a hacer daño, no van a respetar sus derechos humanos. Es obligación del Estado Mexicano garantizar sus derechos individuales.

¿Qué importa que cometan crímenes sanguinarios, que hagan masacres y que desaparezcan a miles de ciudadanos? Son daños colaterales que los mexicanos podemos soportar.

“Necesitamos desatar la furia de los Estados Unidos”-dijo un congresista de aquel país. “Queremos que los narcotraficantes estén preocupados de saber que en cualquier momento entrará por sus ventanas un misil”.

¡No! ¡No es posible! Todos los mexicanos debemos oponernos a esa barbaridad.

Seguir adelante con la política de “abrazos, no balazos” es lo más deseable, porque ha dado buenos resultados hasta ahora.

¿Que siguen desapareciendo personas y muriendo inocentes? ¡Vamos! Eso siempre ha ocurrido.

Son los norteamericanos, con su insaciable sed de narcóticos, el origen de todos los males de México. Nos envían miles, millones de armas de fuego con los que se quita la vida a muchas personas.

Si los congresistas de aquel país empezaran por prohibir el envío de armamento hacia México, la situación sería completamente diferente, los cárteles ya no tendrían tanto poder de fuego y entonces sí, tal como fue desde el principio el proyecto del Gobierno Mexicano, podrían convertirse en respetables empresarios que aporten grandes beneficios al país.

¡No al intervencionismo norteamericano!

¡Por la defensa de nuestros delincuentes, ni un paso atrás!