Por Carlos G. Cortés García
PRESIDENTA DE LA CORTE, ¿EN RUTA HACIA UNA CANDIDATURA PRESIDENCIAL?
· Sin duda que las diferencias registradas entre os titulares de los poderes del Estado Mexicano, seguirán y a partir de ahí habrán de generarse nuevas rutas de convivencia. ¿Y eso que significa? ¿Qué la ministra Presidenta de la Corte podría ser candidata de algún partido político a la presidencia de México? Podría ser, aunque habrá que esperar lo que acontezca en esta y en las próximas semanas, donde nuevamente habrán de encontrarse.
Lo ocurrido este domingo en el Teatro de la República, en Querétaro capital, durante el acto conmemorativo del aniversario 106 de la Constitución Mexicana, confirma el desprecio del presidente Andrés Manuel López Obrador por los otros dos poderes del estado mexicano, sus pares, por cierto.
La división tradicional se ha basado en la existencia de tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que se justifican por necesidades funcionales y de mutuo control. Además, en los sistemas democráticos se concibe como un complemento a la regla de la mayoría, ya que gracias a él se protegen mejor las libertades individuales.
Los formuladores de la teoría de la división de poderes son John Locke y Charles Louis de Secondat, Montesquieu. Ambos parten de la necesidad de que las decisiones no deben concentrarse, por lo que los órganos del poder han de autocontrolarse a través de un sistema de pesos, contrapesos y equilibrios, lo que según parece hoy no gusta mucho en México.
Don Jesús Reyes Heroles siempre dijo que, en política, la forma es fondo. Y sí. Nada más cierto que ello. Y en este tiempo esas formas y esos fondos parecen ser más visibles que nunca. No cabe duda que el presidente López Obrador tiene su forma muy particular de ver la política y de ejercer el poder, aunque ello signifique el enfrentamiento permanente con otros actores del status quo.
Y tan es así que Andrés Manuel López Obrador, en este importante acto de Estado, “construyó” un muro militar entre el presidente y los titulares de los poderes legislativo y judicial, lo que nunca se había observado, a pesar de que se supiera, o se intuyera, que había diferencias.
En el caso de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, recién entrenada como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y titular del poder judicial, esta fue la primera ceremonia en donde ambos personajes se encontraron, tras la elección del pasado mes de enero en donde la Ministra Piña Hernández, logró la titularidad de la SCJN y no la protegida presidencial, la Ministra Yasmín Esquivel Mossa.
Y desde el primer día de la presidencia de la Ministra Piña, el presidente López Obrador la ha subido al púlpito mañanero con señalamientos y críticas, lo que significa que el Presidente López Obrador no estaría pensando en reconstruir los puentes de entendimiento con su par en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo mismo estaría ocurriendo con el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel Miranda, quien al parecer la visión del presidente le dejaría mayores utilidades políticas al criticar, señalar y atacar, en lugar de abrir los canales de comunicación. Pareciera pues, que el estilo presidencial de Andrés Manuel López Obrador no va a cambiar a pesar de ir ya en el último tramo de su gestión de gobierno.
¿A qué le estará apostando el Presidente? A seguir en campaña electoral, trabajando permanentemente por mantener para su partido, MORENA, independientemente de la corcholata, la institución presidencial.
Por lo pronto, no quisiera ver un país en donde las relaciones entre los tres poderes del Estado Mexicano se sigan deteriorando entre ellos, cuando lo ideal, lo deseable, es que esa relación, que por cierto es estratégica, para el futuro de la nación, se siga fortaleciendo para que las estrategias y objetivos se consoliden en beneficio del pueblo.
Que cada uno de los tres poderes jale para su lado es tanto como que pase el tiempo y que los grandes objetivos nacionales no se consoliden. En esta división de poderes, de acuerdo a la constitución, los tres son a nivel de pares, donde nadie pesa más y nadie pesa menos. Deberían de ser pares, aunque en la vida real, en nuestro país no está ocurriendo.
¿Pensará el titular del poder ejecutivo que puede avasallar a los titulares de los otros dos poderes? ¿Lo que ocurrió el pasado fin de semana en Querétaro fue una humillación para la Ministra Piña y para el Diputado Creel? ¿Este escenario continuará durante los 19 meses que restan a esta administración federal? ¿Cómo terminará este sexenio para los mexicanos?
Sin duda que en esta administración uno de los pocos, pero grandes logros, es el tema de los apoyos sociales y de que estos se hayan incorporado a la Constitución, pero a la par hay grandes pendientes como el de la seguridad pública y la economía.
Y es que los enemigos imaginarios del presidente, o adversarios políticos como a él le gusta llamarlos, no habrán de acabarse en los próximos meses. Serán prácticamente los mismos con los que inició la administración. A lo mejor alguno más o algunos menos. Pero el problema es que el tiempo que invierte Andrés Manuel López Obrador en encontrarlos, en encontrarles y en subirlos al monólogo matutino, es tiempo, precioso tiempo, que el presidente está perdiendo en detrimento del “amado pueblo” que el busca defender.
Por cierto, a pregunta que hoy ronda en los mentideros políticos de México, y de algunos otros países, es si la Ministra Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, tras el desprecio del fin de semana, y tras revisar las tendencias en redes sociales, ¿estará pensando en el 2024?
No podemos perder de vista que la Ministra Presidenta es una mujer de entereza, que ha llegado a donde está desde abajo y que es muy bien vista por el pueblo de México. En una de esas, ¡podría ser!
PD. 1. Sería muy sano que la todavía presidenta del PRI municipal en Reynosa, Olga Garza, tome sus cosas y renuncie a la dirigencia municipal del tricolor en la fronteriza ciudad, con dignidad, y antes de que los militantes la corran por la puerta de atrás. Debe reconocer doña Olga que ya no es la protegida de la presidenta del Comité Directivo Estatal y que su trabajo ha dejado mucho, muchísimo que desear y más cuando vemos que todos los días los priístas reynosenses brincan de barco tricolor ante la falta de rumbo.
Que decir de los tiempos en que, por nombrar sólo a algún ex dirigente tricolor en Reynosa, como Heberardo González Garza, quien logró grandes resultados durante su presidencia, y el ambiente que se respiraba en la sede priísta era diametralmente opuesta.
Y lo digo con todo el conocimiento de causa: o el presidente del PRI Tamaulipas toma una decisión urgente o habrá que aplicarle los santos oleos al partido en Reynosa, tierra por cierto de Carlos Solís Gómez y quien conoce al dedillo lo que ocurre en esa latitud de Tamaulipas.
U Olga Garza toma una decisión inteligente y se marcha, o se va a quedar sola, porque a estas alturas la militancia, la poca, la contadísima, ya busca nuevas e inteligentes formas de participación ante la inactividad que se vive al interior del PRI Reynosa. Si no me cree, pregúntele Usted a Mauricio de Alejandro, quien recién salió de ese partido ante la falta de oportunidades y las difamaciones de la dirigente, que no líder, quien aplica la máxima de que cuando los argumentos se terminan empiezan los insultos.
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