Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Visitantes del malecón de la laguna La Escondida se sorprendieron al ver una estela de agua que dejaba un animal que ni era pato, ni tortuga ni reptil.
“Es una rata grande”,-dijo una mujer que iba con su esposo.
“No. Es una nutria”,-comentó el hombre.
El animal nadó por espacio de varios cientos de metros, paralelamente con la estructura del malecón, hasta llegar a una maza de lirio acuático, donde empezó a acicalarse.
Debido a que tenía una cola sin pelo o palmeada, persistía la duda de si era una rata subdesarrollada.
Al consultar en Google, se pudo confirmar que, efectivamente, es una nutria. Más específicamente una especie denominada nutria cola de rata, coipo, coipú o quiyá, originaria de Sudamérica.
Su nombre científico es Myocastor coypus, emparentado con el castor, mas no con la nutria.
En países sudamericanos se le aprecia por su carne, pero también por su piel, de donde se elaboran diversos artículos.
Se le domestica para ambos propósitos.
La presencia de este mamífero en la laguna posiblemente se deba a que alguna persona la tenía como mascota, ya que no es endémica de esta parte del continente.