Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. La ex alcaldesa de Reynosa, Maki Esther Ortiz Domínguez, junto con otras damas voluntarias, confeccionan y llevan sandwiches a los migrantes que se encuentran varados en los distintos albergues de la ciudad.
En su cuenta de Facebook, la conocida política posteó: “Día de hacer sándwiches para campamento de migrantes! Muchas amigas comprometidas en ayudar!”.
Fue durante los últimos años de su Administración que miles de migrantes centroamericanos, cubanos y venezolanos empezaron a llegar en caravanas a esta región de la frontera norte de México.
Posteriormente arribaron personas de Haití, expulsadas por las condiciones de pobreza extrema en su país.
Todos ellos esperan acogerse a las leyes norteamericanas de asilo político. Sin embargo, la última noticia fue que una corte federal ordenó mantener las restricciones a los migrantes, y estos todavía deberán esperar más tiempo en ciudades como Reynosa para poder obtener su visa humanitaria.
Y mientras personajes como Maki Ortiz empatiza con los migrantes y es sensible a los problemas que están atravesando, el Gobierno del Estado implementó una política de criminalización denominada “¡Por Tamaulipas NO!”, que consiste en un operativo de detección, detención y deportación de migrantes que circulen por las carreteras de la entidad.