Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. El huracán “Grace”, que en español significa “gracia”, no fue nada gracioso con los habitantes del centro y norte de Veracruz.
El fenómeno tropical provocó graves destrozos y severas inundaciones.
La fuerza del ciclón dejó incomunicadas a comunidades rurales enteras, carreteras cerradas, cientos de árboles y postes derrumbados, casas de lámina y palmas caídas, con daños de muchos millones de pesos.
Según datos de Protección Civil de ese Estado, las mayores afectaciones se registraron en la parte norte, desde Tuxpan hasta Poza Rica y la región costera de Tecolutla.
Tras conocer el informe preliminar de daños, el Gobernador del Estado Cuitlahuac García Jiménez alertó a la población en general, puesto que se mantienen las lluvias torrenciales y las labores de rescate se dificultan.
Adicionalmente, se reportaron cortes de energía eléctrica y servicios como el suministro de agua potable y gas doméstico, por efecto de los fuertes vientos, con rachas de más de 200 kilómetros por hora.
El sistema, ahora degradado a tormenta tropical, se desplaza rumbo a Estados del centro del país. Actualmente se ubica a unos 40 kilómetros al nor-noreste de la Ciudad de México y está provocando precipitaciones pluviales abundantes de entre 150 y 250 milímetros.
Algunos modelos meteorológicos predicen que la tormenta tropical alcanzará el litoral del Pacífico donde podría reorganizarse y afectar a los Estados costeros del occidente del País.