Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Su Administración se caracterizó por el revanchismo, la intolerancia y la persecución. Fue un sexenio de desapariciones, de agresiones a periodistas, de líderes de derechos humanos asesinados.
El Gobierno de los hermanos Cabeza de Vaca es uno de los más controvertidos. Existen acusaciones de desvío de recursos, de corrupción, venta de plazas de maestros, y un faltante por justificar de más de 7 mil millones de pesos.
Esta tarde, mediante un boletín de prensa que se hizo llegar a los medios de comunicación por WhatsApp, el ex gobernante se cura en salud y, en boca de su hermano, el Senador Ismael García Cabeza de Vaca, pide que el actual Gobernador se haga responsable de lo que le suceda a él y a su familia.
Esto, porque se está discutiendo en el Congreso la posibilidad de retirar la seguridad que les fue asignada y que cuesta dinero al erario público.
“De forma irresponsable y por revanchismo político, sin medir consecuencias, se expone deliberadamente a quien trabajó de manera incansable por la seguridad de los tamaulipecos, quien combatió de frente al crimen organizado y logró sacar a Tamaulipas de los deshonrosos cinco primeros lugares en inseguridad a nivel nacional para convertirlo en uno de los estados más seguros, con buenos números en combate a los delitos de alto impacto, que son los que más lastiman a la población tamaulipeca”-dijo el Senador Ismael en rueda de prensa.
Fue precisamente en el sexenio de los Cabeza de Vaca que ocurrió la masacre de migrantes en Camargo, ejecutados por policía estatales bajo sus órdenes, y el reguero de sangre en Reynosa, que arrojó 18 muertos.
También el asesinato de la activista de derechos humanos, Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, a pesar de que ésta había solicitado el apoyo de la policía estatal tras amenazas recibidas por la delincuencia organizada.
Actualmente Francisco García Cabeza de Vaca está autoexiliado en Dallas, Texas