Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Escenifican Viacrucis Viviente

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Por Jesús Rivera

Reynosa, Tamaulipas. La comunidad católica de Reynosa recordó la vida, pasión y muerte de Jesucristo mediante la escenificación de un “viacrucis viviente”.

La representación dio inicio en la plaza Niños Héroes.

Jesús fue presentado a Poncio Pilatos acusado de blasfemar, al decirse rey e hijo de Dios.

En el juicio, Pilatos no halló una culpa lo suficientemente grande para ordenar su muerte, sin embargo, el pueblo judío insistió en que se le clavara en una cruz.

Como era tradición entre los romanos, se tendría que dejar libre a un reo. En lugar de exonerar a Jesús, pidieron que se dejara en libertad a un criminal convicto, Barrabás.

Tras lavarse las manos y asegurar que la sangre de un inocente caerá sobre los que ordenaron su muerte, Poncio Pilatos ordenó que se le llevara al lugar de la crucifixión, el monte Gólgota, junto con otros reos.

Lo que siguió fue un doloroso camino, donde a Jesús, ya con la corona de espinas y fuertemente castigado, tuvo que recorrer el trecho que los separaba del Gólgota. En el transcurso del mismo se diferencian cuatro estaciones o momentos relevantes del viacrucis.

Una vez que llegaron a su destino, Jesús fue clavado al madero, los soldados se echaron a la suerte sus vestimentas y finalmente, murió en la cruz, para resucitar al tercer día, como dice la tradición judeocristiana.

En varias partes del país tiene lugar una representación similar del viacrucis.

La más famosa que se realiza en México es la de Azcapotzalco, donde la escenificación adquiere tintes dramáticos, ya que la cruz que carga “Jesús” tiene un peso de hasta 80 kilogramos, la corona de espinas es verdadera y los latigazos suelen ser reales.

La cruz de madera que se usó en el viacrucis de Reynosa pesa apenas 25 kilos y el tramo que se recorrió desde “Jerusalén” (la plaza Niños Héroes) hasta el “Gólgota” (a parroquia de Guadalupe), es de apenas 800 metros.