Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Personas que pasaban cerca de un predio ubicado cerca de un puente que cruza el canal Anzaldúas, a la altura de Rancho Grande, reportaron un olor fétido y la presencia de una cobija o colcha amarrada con un mecate.
Algunos usuarios de las redes sociales presumían que se trataba de un “ensabanado”, término que se usa en el argot policiaco para describir el cadáver de una persona envuelto, sin embargo, al realizarse una inspección por parte de personal voluntario se pudo apreciar que en realidad era el cadáver de un perro grande.
No es la primera vez que ocurren situaciones de ese tipo. Es práctica común de los propietarios de mascotas que, cuando estos mueren, simplemente los colocan en alguna colcha y los tiran a predios baldíos.
Eso puede dar lugar a movilizaciones de las autoridades, ya que lo primero que reporta la gente es, precisamente, la sospecha de un homicidio.
(Foto: Grupo de WhatsApp de Brigadistas Voluntarios).