EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. Bajo la tesis de que los dos grandes conflictos mundiales anteriores iniciaron con un incidente diplomático en el área geográfica de los Balcanes, misma donde actualmente se desarrolla la confrontación entre Rusia y Ucrania, hay quienes aseguran que la primera fase de la Tercera Guerra Mundial ya está en marcha.
La primera fase de un conflicto de ese tamaño inicia con una serie de tensiones entre las principales potencias.
La Wikipedia indica que “la Primera Guerra Mundial fue un conflicto militar de carácter mundial, aunque centrado en Europa, que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio”.
Recibió el calificativo de “mundial” porque se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época dividida en dos coaliciones: La Triple Alianza, integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y La Triple Entente, compuesta por Inglaterra, Francia y el Imperio Ruso, a la que después se adhirió Estados Unidos.
Lo que encendió la mecha fue la anexión de Boznia y Herzegovina por parte del imperio Austro-húngaro, pero especialmente el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, en Sarajevo.
Al término de la primera gran guerra vino un nuevo orden mundial, donde la mayor potencia, Inglaterra, fue desbancada por los Estados Unidos por un lado y la Unión Soviética, por el otro.
La misma Wikipedia señala que la Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar que se desarrolló entre 1939 y 1945, donde se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluyendo México.
Igual que ocurrió en la primera ocasión, volvieron a formarse alianzas entre las naciones: Por un lado los Aliados, encabezados por Estados Unidos, Inglaterra y Francia y por el otro, las Potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón.
Todo comenzó allá, por el mes de septiembre de 1939, cuando la Alemania de Hitler invadió Polonia.
Los resultados fueron debastadores, sin embargo, la consecuencia inmediata fue la creación de un nuevo orden mundial, donde la carrera armamentística estaría en el epicentro del equilibrio de fuerzas entre las naciones que seguían siendo las principales potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, actual Rusia.
A la fecha, las condiciones para el estallamiento de un tercer gran conflicto mundial están dadas. La guerra entre Rusia y Ucrania está llegando a un punto peligroso para la estabilidad mundial. Las potencias están realizando maniobras con las armas más sofisticadas y poderosas en la historia de la Humanidad y solo basta un pequeño incidente para que se declare oficialmente el inicio de las hostilidades.
Especialistas han calculado el costo de una Tercera Guerra Mundial y suponen que el impacto sobre la biósfera sería devastador.
El uso de armamento nuclear aceleraría el cambio climático, los niveles de radiación peligrosa para la vida humana se elevarían y prácticamente nos condenaría a vivir en madrigueras.
Volveríamos a la época de las cavernas,-aventuran algunos.
Aunque suene algo estrambótico, la Wikipedia ya incluye una página llamada: “Tercera Guerra Mundial”.
La enciclopedia libre establece que “el término “Tercera Guerra Mundial” es la denominación utilizada para aludir a un posible conflicto militar a gran escala posterior al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Algunos autores han asociado este nombre a conflictos como la Guerra Fría, la Guerra de Corea, la Crisis de los Misiles en Buca, la Guerra contra el Terrorismo y la Guerra contra el Estado Islámico. Desde entonces, el concepto de una tercera guerra mundial se introdujo en la cultura popular difundido por medio de libros, películas, series de televisión y documentales”.
Señala además, que en la difusión de la cultura popular, en países como Estados Unidos, el mayor impacto lo tuvo la ciencia ficción.
Los años 50 se caracterizaron por las historias sobre invasiones alienígenas a La Tierra, justamente como lo estamos viendo hoy en día.
Como si creyéramos y tuviéramos fe de que los extraterrestres están a la expectativa para evitar un conflicto de consecuencias apocalípticas.