Editorial
“El hambre es canija”,-esa era la frase predilecta del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, en sus años de Presidente Municipal de Reynosa.
Frase que ahora parece que ha revivido al ofrecer a los diputados y diputadas de MORENA jugosas cantidades de dinero por traicionar a los ciudadanos que votaron por ellos en las elecciones de junio del 2021.
La mayoría de los legisladores y legisladoras de ese partido llegaron al Congreso de Tamaulipas con hambre.
Ávidos de dinero, se dejaron seducir por el canto de las sirenas, y mandaron al traste la recién conseguida independencia del Poder Legislativo frente al Ejecutivo.
En octubre pasado, el Congreso de Tamaulipas tuvo por primera vez en su historia la oportunidad de ser un verdadero contrapeso y freno a los excesos del Gobernador en turno.
Entregados como estaban, los diputados y diputadas votaban iniciativas que favorecían a un grupo político y económico, en perjuicio del grueso de la población.
No fue sino hasta que un partido opositor obtuvo la mayoría de las curules, que se empezó a acotar ese poder al Gobierno del Estado, y de esa manera, poco a poco se corrigió el rumbo.
Por ejemplo, la 65 Legislatura, con Armando Zertuche Zuani como Presidente de la JUCOPO, se desistió de la Controversia Constitucional que la anterior promovió en contra del juicio de desafuero para el Gobernador Cabeza de Vaca.
A este se le acusa de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada.
De esa manera, desde el primer minuto en que tomó posesión la nueva Legislatura, el Gobierno del Estado empezó a operar para que una diputada de MORENA y otra del PT renunciaran a esos partidos y se sumaran a la fracción parlamentaria del PAN.
Aún así, MORENA conservó una bizarra mayoría y pudo sacar adelante algunas iniciativas con el apoyo del diputado de Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
Se echó abajo la propuesta para que los funcionarios de primer nivel pudieran gozar de protección por tiempo indefinido después de terminar su período, lo que se conoció como “Ley Guarura”; también se dio garrote a la posible reelección del titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado, tema que los agudos legisladores morenistas llamaron “El Fiscal Carnal”.
A pesar del esfuerzo que se hizo, no se pudieron acotar los gastos onerosos del Gobernador, y éste hizo uso de su poder de veto para que pasara la propuesta de presupuesto para el 2022, que en términos reales sufrió un incremento.
Sin embargo, se vio obligado a eliminar el cobro de placas, luego de que la Fracción parlamentaria de MORENA, encabezada por Armando Zertuche, promovió esa iniciativa.
Zertuche Zuani se hizo tan incómodo para el Gobernador, que durante los cinco meses y 8 días que el Congreso ha sido realmente independiente, los diputados locales de oposición han sido bombardeados constantemente con ofrecimientos de dinero, unos, y con amenazas otros.
La defecación de la diputada local Nancy Ruiz Martínez este día, da al traste con la independencia del Congreso.
En las redes sociales, la mayor parte de los usuarios consideran que hubo una cantidad considerable de dinero para que esta se declarara legisladora independiente.
Ni siquiera consultó con los ciudadanos que votaron por ella en el Distrito 19 de Altamira, para ver si apoyaban su decisión de dejar su fracción parlamentaria.
De esa manera, tendrá la vía libre para votar a favor de las iniciativas que presentará el Ejecutivo Estatal de ahora en adelante.
La propia legisladora aseguró, en rueda de prensa esta mañana, que “hay más voces disidentes al interior del Congreso”, y es cierto, porque se sigue operando para que otros diputados traicionen las causas de MORENA y se sumen a los intereses del Gobernador, a quien ya quedan menos de ocho meses para terminar su período constitucional.
Se ha consumado la infamia.
Es cierto: “El hambre es canija”.