Por Jesús Rivera
EDITORIAL
El Alcalde de Tampico, Jesús Nader Nasrallah, estuvo ayer, y estará todavía hoy en Reynosa, hasta las 11:00 horas, aproximadamente, para hacer promoción turística de su ciudad y de paso presumir algunos de los más importantes logros de su Administración en materia de seguridad, infraestructura y servicios públicos.
Gracias a ese trabajo, recientemente la encuestadora Mitofsky lo ubicó como el mejor Presidente Municipal de México y a Tampico como una de las ciudades más progresistas.
Esto no lo ha logrado solo el Alcalde, sino que ha contado con el apoyo del Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca.
El propio Nader Nasrallah comentó, en reunión con columnistas de esta ciudad, que eso ha sido un factor importante.
Por ejemplo, en muchas obras se ha propuesto que el Municipio pone el 70% y el Gobierno del Estado el 30 restante. De esa manera, avanzan las inversiones y la ciudad de Tampico brilla, como dice el eslogan de su gobierno.
No escapó al agudo ingenio de algunos periodistas la comparación con el Municipio de Reynosa, donde aún falta mucho por hacer.
En sus últimas apariciones en eventos públicos, y aún en sus reuniones en diversos municipios de Tamaulipas, la ex alcaldesa Maki Ortiz manifestó que en los cinco años de su mandato se invirtieron más de 6,500 millones de pesos en obra pública y de infraestructura, cantidad superior a la de anteriores administraciones.
¿Qué hubiera pasado si el Gobernador Cabeza de Vaca hubiera trabajado de manera coordinada con el Gobierno de Reynosa, como lo hizo con el de Tampico, en lugar de mantener una actitud de pandillero en contra de la autoridad local?
Sí. Hubo inversión estatal en pavimentación de calles, se construyó un centro cívico, un puente vehicular y se pusieron estructuras metálicas en los puentes que están en el canal Anzaldúas, pero se pudo hacer mucho más.
Tal vez al nivel de Tampico, tomando en cuenta que el Gobernador es de aquí. Y mientras que en aquella ciudad sumó, en Reynosa, Cabeza de Vaca restó.