EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. César Verástegui Ostos, “El Truco”, debe deslindarse cuanto antes del desaforado Gobernador Francisco N. y su obscena señal de los cuernos. Cuanto antes lo haga, mejor. Después de media campaña, será prácticamente imposible que llegue a remontar, porque representa un peso muerto que no le permite avanzar en su proyecto.
Así piensan algunos actores políticos de Reynosa.
De hecho, “El Truco” se ha deslindado muy veladamente en varias ocasiones cuando asegura que esta es “una nueva baraja”. Además, está prohibido mencionar el nombre de Francisco García Cabeza de Vaca en los eventos públicos.
Cuando es necesario, se refiere a las acciones del Gobierno del Estado, no del Gobernador.
Los mismos actores políticos consideran que ya es necesario un deslinde claro y contundente.
Cabeza de Vaca es acusado por la Fiscalía General de la República de delincuencia organizada, defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, además de formar parte de una red de complicidades y corrupción.
Aún está pendiente si la Suprema Corte de Justicia determina la procedencia del desafuero, luego que el controvertido político reynosense se amparó ante el dictamen de procedencia que aprobó la Cámara de Diputados.
En caso positivo, Cabeza de Vaca deberá dejar el Gobierno para enfrentar como ciudadano común y corriente las acusaciones que se le fincaron.
Mientras tanto, las campañas políticas siguen adelante.
Verástegui ha logrado remontar en las preferencias electorales gracias a una efectiva estrategia de marketing y a la adhesión de grupos políticos importantes, como el de Everardo Villarreal, Amelia Vitales, Amira Gómez y Benito Sáenz, todos ellos figuras destacadas en Reynosa.
Queda claro que el proyecto de “El Truco” es diferente al de Cabeza de Vaca.
Este último, desde el inicio de su Gobierno en el 2016, se hizo rodear de un pequeño grupo de incondicionales y a los verdaderos panistas los dejó fuera de la nómina.
Hoy, César Verástegui ha rescatado a esos panistas vilipendiados y ultrajados por Cabeza de Vaca, quien prefirió encumbrar a priístas que anteriormente se habían caracterizado por atacar al PAN y jugar en su contra desde el Congreso, como Yahleel Abdalá, actual Secretaria de Bienestar Social.
El lastre que representa el desaforado gobernador no permite que la campaña de la alianza “Va por Tamaulipas”, encabezada por “El Truco”, crezca como debiera hacerlo.
Los analistas están de acuerdo en que se trata de una campaña exitosa, con una penetración importante en el electorado de Tamaulipas, pero tiene tras de sí la ominosa sombra de Cabeza de Vaca.