EDITORIAL
Cunde el pánico en las grandes urbes norteamericanas, como Seattle, New Jersey, Kansas, Manhattan, Brooclyn y Nueva York, entre otras.
La aparición de luces nocturnas no identificadas hace pensar a los creyentes del fenómeno OVNI (ahora conocido como Fenómeno Aéreo No Identificado) que ahora sí, ya llegó el momento de la invasión,
El Gobierno de los Estados Unidos, por medio de algunas de sus agencias de inteligencia, como el FBI, se apresuraron en asegurar que no se trata de naves alienígenas ni de potencias extranjeras, sino que son simples drones, aparatos no tripulados que se manejan a distancia.
Hasta no complementar la investigación calificada como “clasificada”, los ingenuos habitantes de esas ciudades y del mundo seguirán tejiendo historias alrededor de esos avistamientos.
Ahora, con el mejoramiento de las cámaras de los teléfonos inteligentes, es más fácil obtener imágenes de buena calidad.
Muchas de esas imágenes en video y fotografía muestran esferas giratorias, pero en ocasiones se ven figuras parecidas a ángeles, lo que para los creyentes fortalece la creencia de que se trata de las “señales del fin del mundo” profetizadas en La Biblia.
En realidad, puede tratarse de cosas mucho más pueriles, como algún ejercicio del propio gobierno en prevención a un posible ataque de potencias enemigas, o empresas que buscan crear expectativas con fines de publicidad.
Los drones se usan desde hace varios años con ese propósito. Sin ir más lejos, en Reynosa, una empresa farmacéutica, Farmacias del Ahorro, llevó a cabo un show de luces con drones, el pasado 20 de septiembre, en el malecón del parque Cultural.
Otra idea es que se trata de luces originadas en los satélites Starlink de la empresa SpaceX, de Elon Musk.
Por otro lado, y en respuesta a las “figuras” angelicales que se han captado en los cielos, también ya es posible disfrazar a un dron con cualquier forma, siempre y cuando permita la rotación de las hélices.
Cabe resaltar la forma tan rápida que los creyentes en el fenómeno OVNI y “periodistas de investigación”, como Jaime Maussán se han apresurado en documentar con videos toda la “evidencia” de esta “invasión”.
Y mientras unos se lanzan a la cacería de luces, otros se hincan pidiendo el perdón del cielo ante lo que consideran señales evidentes de que el fin de los tiempos ya está cerca.