Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Aparte de vivir en el hacinamiento, en condiciones rayando en lo infrahumano, el campamento de migrantes que se ubica en la Plaza de la República de esta fronteriza ciudad es una bomba de tiempo para las más de 2,500 personas que están en espera de ser llamados para una visa humanitaria en Estados Unidos.
Lizeth López, Coordinadora de Protección Civil y Bomberos de Reynosa, comunicó que en las diferentes visitas de inspección que se han realizado se detectaron innumerables conexiones eléctricas, tanques de gas y hasta asadores.
La funcionaria municipal expresó que se han detectado diversas situaciones de riesgo inminente, principalmente por la sobrepoblación que hay en ese lugar.
“La situación de la sobrecarga en la energía eléctrica, que hacen muchos empates, está también la situación de tanques de gas que usa la gente para preparar sus alimentos, que al final del día se entiende por la situación en la que están viviendo, más sin embargo, también hay que ver la seguridad de ellos”,-dijo a este portal informativo.
Hasta el momento se retiraron 11 tanques de gas butano de diversas capacidades, entre 20 y 45 kilogramos, los cuales se han retirado por su seguridad.
En cuanto a las conexiones al sistema de alumbrado, conocidas como “diablitos”, PCyB solicitó la intervención de la Comisión Federal de Electricidad para buscar la manera de apoyarlos y evitar riesgos tales como cortos circuitos o sobrecalentamiento de cables.
Lizeth López agregó que incluso se podría optar por cortar el suministro de energía, aunque viendo la manera de que el sistema de alumbrado funcione durante las noches.
“Que la plaza quede iluminada, pero que ya no se estén colgando de la energía eléctrica”,-precisó.
No se ha podido contar la cantidad de “diablitos”, empates y conexiones ilegales, pero casi cada tienda de campaña cuenta con uno o más aparatos que consumen energía eléctrica.
El uso de abanicos eléctricos, más que un lujo, es una necesidad. Con temperaturas que rayan en los 40 grados centígrados, los niños y adultos mayores son la población más vulnerable dentro de este conglomerado humano.
En un breve recorrido por los improvisados pasillos que han dejado entre una tienda de campaña y otra, se aprecian las extensiones eléctricas que proceden de enchufes multitoma.
Estos a su vez se empatan con los cables que alimentan el sistema de iluminación del kiosco y arbotantes, sin contar con elementos de protección.