Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Médicos, enfermeros y camilleros del Seguro Social, considerados hasta ahora como “héroes de la salud”, podrían verse en predicamentos si se comprueban las acusaciones de personas que aseguran tener pruebas que a los pacientes de COVID-19 se les desconecta deliberadamente del oxígeno para dejarlos morir.
El señor Sabino N. (no se incluye el nombre completo porque dijo que teme represalias) comunicó en rueda de prensa el caso de su esposa Teodora N., de 93 años, quien falleció en el Hospital General del IMSS.
“Ella tenía dolores de la vesícula, motivo por el cual acudieron al Hospital 270 de la misma institución. Ahí se le detectó COVID-19 por primera vez.
“Una semana duramos allá y ya vino ella bien, pero luego se le complicó con un golpe de calor, confusiones, y ya de ahí nunca fue buena. Regresamos al Seguro (al Hospital General de Zona, ubicado en el bulevar Hidalgo) y ahí fue… lo último que pasó fue que la desconectaron cuando yo me vine a comer”,-dijo.
Eso pasó el jueves 29 de julio, a las 2:15 horas.
Don Sabino, trabajador pensionado, aseguró que buscará presentar una demanda en contra de los médicos de la institución.
“En el hospital me dijeron que estaban haciendo todo lo posible para que ella recuperara la respiración, pero se estaba llevando tiempo, entonces, ellos dijeron que no podían tenerla más tiempo ahí”,-subrayó.
A preguntas de los reporteros, el afectado mencionó que el de su esposa no es el único caso, puesto que él mismo fue testigo cuando un camillero empujó la cabeza de una mujer enferma de COVID que estaba tosiendo.
“Los camilleros la tenían ahí, ya en la camilla en la bolsa que les ponen para llevarlos al anfiteatro. Iba tosiendo y le aplanaron la cabeza… el camillero”,-sostuvo.
La mujer iba viva aún cuando ya la trasladaban al anfiteatro como muerta.
En su desesperación, Don Sabino acudió con el párroco de la iglesia Medalla Milagrosa, de la colonia El Olmo, quien aconsejó hacer una rueda de prnesa.
En el patio de la casa parroquial, dijo que resulta difícil hacer algo porque se cobijan unos con otros.
Se le preguntó si se trata de una “mafia” y contestó afirmativamente.
Incluso, hubo un reporteo que preguntó si tal vez los camilleros, médicos y enfermeras están de acuerdo con las funerarias para hacer negocio con los pacientes de COVID.
-Entonces-se le preguntó-, ¿lo que se dice de ellos, que son “héroes de la salud” es solo un mito?
Su respuesta fue nuevamente afirmativa.