-¿Dónde está la austeridad republicana de la 4T?
Por Julio Manuel Loya Guzmán
Nuevo Laredo, Tamaulipas. La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas enfrenta una creciente ola de críticas por su aparente falta de alineación con las políticas de austeridad republicana promovidas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La inconformidad se ha intensificado tras sus recientes apariciones en eventos públicos, donde ha lucido vestimenta y accesorios de mucho lujo, como en su pasado Tercer Informe de Gobierno en el que se presentó con una chaqueta de la diseñadora Silvia Tcherassi, valorada en mil 490 dólares.
La situación empeoró durante la celebración del Grito de Independencia, donde la alcaldesa deslumbró con un vestido de Safiyaa, valuado en 2 mil 371 dólares (46 mil 234 pesos), equivalente a más de 100 salarios mínimos, tazados en 374.89 pesos, en la localidad.
La alcaldesa, además, llevó zapatos de plataforma Kaia Black Patent valorados en 185 dólares, y ha sido vista en múltiples ocasiones con joyas de alto valor, como un reloj Cartier Ballon Bleu que asciende a 690 mil pesos, equivalente a casi 2 mil salarios mínimos.
Mientras la alcaldesa exhibe su estilo de vida lujoso, los habitantes de Nuevo Laredo enfrentan serios problemas. Las recientes lluvias han devastado colonias, dañando viviendas y vehículos, e incluso causando la muerte de un joven que atrapado en su auto fue arrastrado por la corriente.
Además, las calles en mal estado cuestionan la eficacia de las inversiones anunciadas en infraestructura de drenaje.
“Es indignante ver a la alcaldesa luciendo vestidos caros mientras nosotros lidiamos con calles intransitables y falta de servicios básicos”, expresó María González, residente de la colonia Los Fresnos.
Los habitantes lamentan la falta de cumplimiento de las promesas de mejora en sus comunidades, sumándose a las críticas que apuntan a la desconexión entre la administración y las necesidades urgentes de la población.
“¿Dónde están las inversiones que prometieron? Solo vemos a nuestra alcaldesa derrochando en eventos”, se quejó Javier Ramírez, reflejando la frustración generalizada en la ciudad.
La disparidad entre el lujo de la alcaldesa y las condiciones de vida de los ciudadanos plantea serias interrogantes sobre la gestión de recursos y la atención a las demandas comunitarias en Nuevo Laredo.