EDITORIAL
El uso de la medicina como estrategia política no es algo nuevo.
Lo hacían los gobiernos priístas de la vieja escuela: Cuando un gobernador, diputado o senador caía de la gracia del Presidente, le pedía que se “enfermara” y éste se veía obligado a inventar algún padecimiento para justificar su salida y facilitar la llegada del nuevo monigote presidencial.
Hoy, el Congreso de Tamaulipas lo está reinventando.
Apenas hace algunos ayeres, sabíamos de cuatro diputados locales morenistas del Congreso de Tamaulipas que, coincidentemente, enfermaron del estómago para no acudir, cuando más se les necesitaba, a cumplir con su obligación de apoyar una ley que beneficia a la ciudadanía.
Hoy mismo se dio a conocer el caso de la Diputada Imelda Sanmiguel, panista, actual Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, quien jura y perjura que el Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Armando Zertuche Zuani, la obligó a ir a la sesión ordinaria pese a estar enferma de COVID.
Lo peor es que hay alcaldes, como el de Ciudad Madero y el de Matamoros, ambos de MORENA, ¡que tienen en nómina a legisladores del PAN y de su propio partido con la intención de llegar a dar un golpe de estado y quitar a Zertuche de la JUCOPO!
Es algo tan complicado y difícil de desenmarañar, como el famoso Nudo Gordiano.
Se cuenta que en los tiempos de Alejandro Magno, en una región de Frigia, hoy Turquía, existía una carreta que tenía un nudo imposible de desatar. La leyenda decía que solo aquel que lo consiguiera, sería quien conquistaría el Oriente.
Llegó Alejandro Magno, el gran general macedonio, intentó desatar el nudo, pero no pudo. Cansado de buscar la solución, tomó su espada y cortó el nudo.
Pero en el Congreso de Tamaulipas, no hay espada que valga. Las cosas se han enredado tanto que incluso alcaldes de MORENA buscan quitar de la JUCOPO a quien, por simple identificación ideológica, debían estar apoyando.
Para ello, se valen de los diputados de su municipio para poner obstáculos, entorpecer acciones y buscar la remoción de su propio líder legislativo.
Y aquí es donde entran también los diputados panistas. Con la venia del Gobernador del Estado, que ahora tiene un verdadero contrapeso político en el Congreso, empezaron a hacer alianzas de facto con los presidentes municipales de Tampico y Matamoros para lograr el objetivo final, que es poner a un Presidente de la Junta de Coordinación Política a modo.
Con tanto dinero e intereses políticos que se mueven desde las sombras, es posible que lo lleguen a lograr.
Pese a todo, la LXV Legislatura del Congreso de Tamaulipas pasará a la historia por ser la primera que realmente es independiente del Poder Ejecutivo.
En los primeros tres meses de actividades, ha logrado poner un freno a la voracidad del Gobernador, quien pretende seguir cobrando el dinero del reemplacamiento, cuando ese trámite es completamente innecesario.
Basta con que las láminas anteriores estén en buen estado, para que el vehículo sea perfectamente identificable.
Las arcas estatales obtendrán un promedio de 500 millones de pesos del bolsillo de los automovilistas, en momentos en que la pandemia de COVID-19 ha dejado prácticamente en la ruina a cientos de miles de familias, las cuales se han visto obligadas a endeudarse para pagar los caros tratamientos particulares.
Pero volviendo al tema inicial, donde ahora hasta la medicina se convierte en arma política, la Diputada Imelda Sanmiguel subió a su cuenta de Twitter que fue amenazada por Armando Zertuche de ser removida de la Mesa Directiva del Congreso si no se presentaba a la sesión ordinaria.
Esta dijo que había salido positiva al COVID, por tal razón no podía estar presente en esa fecha. Como consecuencia, aseguró que promoverá acciones por violencia política de género.
En su defensa salió el Alcalde de Ciudad Madero, quien aseguró que tras llegar a Ciudad Victoria, la legisladora tuvo que ser hospitalizada, porque efectivamente, sí salió positiva al coronavirus.
Y es aquí donde se torna extraña la cosa, porque el edil se pone de parte de la legisladora panista, y lanza un nuevo ataque contra Zertuche.
La verdad es que desde hace varios meses, cuando el Congreso empezó a aprobar puntos de acuerdo que echaban por la borda los proyectos del Gobernador, empezaron los embates para tratar de quitarlo de la JUCOPO. Es un diputado incómodo y un líder del Congreso que no se ha doblado ante el poder económico y político que aún tiene a su disposición el Gobernador.
Por eso lo quieren quitar.
Fuego azul y fuego guinda combinados, amarrados en un Nudo Gordiano mucho más complicado que el de Alejandro Magno.